Ley de ‘tragos para llevar’ ahora exige compra de comida sustancial: gobernación sigue cediendo ante los restaurantes en Nueva York
Una nueva victoria se anotaron los restaurantes en Nueva York: ahora la legalizada opción de ‘tragos para llevar’ exige que los clientes compren “comida sustancial”, a diferencia de la primera versión que permitía sólo pedir platos ligeros, como tapas, entradas o bocadillos.
Como parte del presupuesto estatal de $220 mil millones aprobado el jueves, el nuevo capítulo del programa “alcohol para llevar” creado por el ex gobernador Andrew Cuomo y respaldado por su sucesora Kathy Hochul entró en vigencia de inmediato y durará hasta abril de 2025.
La regulación permite a los neoyorquinos pedir “para llevar” cócteles y cerveza en bares y restaurantes, siempre y cuando la compra sea acompañada de comida “sustancial”.
Durante una conferencia de prensa del 2 de marzo sobre el tema, la gobernadora dijo: “No creo que sea necesario tener alimentos asociados”, cuando se le preguntó si se requeriría comprar comida para disfrutar la opción de alcohol para llevar y a domicilio. Pero la guía publicada el lunes fue más allá, destacó New York Post.
En la normativa recién emitida, la Autoridad Estatal de Bebidas Alcohólicas (SLA) clasifica un “alimento sustancial” como “sándwiches, sopas u otros alimentos, ya sean frescos, procesados, precocinados o congelados”, pero no papas fritas, dulces o frutos secos. La versión original, llamada informalmente “Cuomo Chips” en honor al entonces gobernador, era menos exigente.
Adicionalmente, como apoyo a la recuperación económica, a los restaurantes de Nueva York se las ha permitido desde 2020 extender “permanentemente” sus espacios colocando mesas en calles y aceras, a nombre de “la distancia social”. Pero la polémica medida fue frenada el mes pasado por un juez de la Corte Suprema estatal.
NYC Hospitality Alliance, grupo industrial que antes de la pandemia representaba a más de 24,000 negocios con unos 325,000 empleados en establecimientos de comida y entretenimiento nocturno en los cinco condados, apeló el fallo del juez.
Los críticos del programa “Open Restaurants” (Restaurantes Abiertos) alegan que la alcaldía de NYC no siguió los pasos correctos requeridos por la ley, después de que en una audiencia pública de un día el Concejo Municipal aprobó cambios de zonificación en febrero que permitirían la extensión de restaurantes a calles y aceras de manera indefinida.
La pandemia dejó un gran cambio en el paisaje urbano en NYC, reduciendo las aceras, estacionamientos y calles a favor de establecimientos de comida, con estructuras improvisadas que han generado más basura, ratas, ruido, indigencia y tráfico del que ya la ciudad estaba acostumbrada.
Fuente: El Diario