Miles de viviendas de NYCHA dejarán de estar “libres de plomo” con nuevo criterio de medición federal
¿Cuántos de los 177,000 apartamentos de los complejos de la Autoridad de Vivienda Pública de la Ciudad de Nueva York (NYCHA) están totalmente libres de plomo? ¿Cuántos niños menores de seis años expuestos a este producto tóxico viven actualmente en estas unidades?
Las anteriores preguntas han tenido por décadas respuestas poco precisas y confiables.
Ahora, desde este 2022, armar este “rompecabezas”, implicará más complicaciones, pues la Ciudad adoptó desde el pasado diciembre una nueva forma de medir la presencia del metal en apartamentos que fueron construidos antes de 1978, en donde viven niños menores de seis años.
Esto significa que prácticamente se empieza desde cero, en la forma cómo se inspeccionan estos complejos. Y, además, unidades residenciales que habían sido certificadas como “libres del plomo” ahora saldrán de esta lista.
Los números con el criterio de medición actual, arrojan que por los menos más de 24,000 apartamentos hasta marzo de este año, “están positivos” en el metal.
En este sentido, las aproximaciones indican que se duplicará la cantidad de menores que producto de los nuevos análisis, se podrían identificar que estuvieron expuestos al polvo de pinturas potencialmente venenosas, que requerirán seguimiento del Departamento de Salud de la Ciudad de Nueva York (DOHMH).
Los niños menores de 6 años son particularmente más susceptibles al daño cognitivo causado por la exposición al plomo, e incluso se ha demostrado que niveles bajos afectan la inteligencia, la capacidad de aprendizaje y el comportamiento, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC).
“El detalle es que con la pandemia todo se hizo más complicado con las reparaciones básicas de mantenimiento. Y coincidió con las nuevas normas sobre el plomo. Hacer inspecciones con las máquinas certificadas de rayos X (KRF) requiere tiempo. Es un proceso que a veces no pasa a ser una prioridad, cuando hay fallas de calefacción, filtraciones o ascensores”, dijo a El Diario una fuente de NYCHA.
La nueva “lupa”
En conformidad con la Ley local 66 aprobada por el Concejo Municipal en 2019 la Ciudad desde el pasado 1 de diciembre, puso en práctica un nuevo estándar que define que las pinturas o esmaltes con mínimo 0.5 miligramos de plomo, por cada centímetro cuadrado o más, se consideran como riesgosas.
Las inspecciones que por décadas se realizaban para poner “bajo la lupa” a este agente venenoso, utilizaban el límite de 1,0 miligramos de plomo por centímetro cuadrado.
“¡Seamos honestos! Por la carga de problemas de mantenimiento y la crisis que impuso la pandemia a NYCHA, el proceso que pasa por la inspección de pisos, ventanas, paredes, tuberías en donde se puede detectar la presencia de plomo,y que termine en una resolución o extracción, es largo. Y con el nuevo esquema de detección, por supuesto, automáticamente surgirán técnicamente más limpiezas que hacer”, sostuvo la fuente.
El tema del envenenamiento por plomo adquirió en la Gran Manzana un nuevo llamado de atención en el último trimestre de 2021, pues los CDC recomendaron reducir el umbral para identificar a las personas en riesgo, lo que significa que se encontrará que muchos más niños tienen niveles elevados de plomo.
En Nueva York, ese número casi se duplicaría, de unos 6,000 casos nuevos al año a unos 11,500, según datos proyectados por The New York Times.
“Todo son meses de espera”
El problema que ya anticipan los residentes de estos complejos y sus trabajadores, es que por más que las leyes ordenen dos inspecciones de plomo al año, la resolución de cada problema reportado en las unidades de vivienda pública en la Gran Manzana, cada día luce más lento.
Así lo testifica el veterano de guerra puertorriqueño, Alfredo Martínez, quien reside desde hace 40 años en el Complejo Dyckman Houses en el Alto Manhattan, quien además se muestra “poco optimista” con cambios más ambiciosos: “Ahora se plantean la gran tarea de liberarnos del plomo, cuando de unos meses para acá, hasta reparar una puerta implica meses de espera”.
En la opinión del residente de una de las unidades de NYCHA, “lo que ya iba mal y lento, desde hace meses viene fatal”.
Mostrando fotos tomadas desde su celular, Alfredo comprueba que en las noches desamparados ingresan a los edificios a dormir en los pasillos.
“Ahora andan con la propaganda de liberarnos del plomo. Y por ejemplo, en nuestro caso, no pueden reparar una puerta que es un asunto de seguridad mínima. Las puertas no cierran y estas personas entran con todas sus cosas buscando refugio”, contó escandalizado el isleño.
Un trabajador de mantenimiento del complejo Amsterdam Houses, también en Manhattan, asegura que “las emergencias que hay todos los días se devoran los problemas de fondo. Y el camino entre detectar plomo en una unidad y removerlo suele ser muy largo. Ahora, la lógica dice que como más apartamentos estarán clasificados como de riesgo. La lista de tareas por hacer serán más largas”.
Apartamentos deben ser “testeados” de nuevo
En efecto, fuentes de NYCHA confirman que los efectos pandémicos causaron que en este momento hay una “fila” de aproximadamente tres años de acumulación de órdenes de trabajo abiertas “para remediar presencia de plomo producto de observaciones visuales”.
Desde el 15 de abril de 2019 se comenzaron las pruebas de fluorescencia de rayos X (XRF) de 134,084 unidades de complejos de vivienda pública, construidas antes de 1978. https://43c00a153dbc2d455ebd4688a6946d8f.safeframe.googlesyndication.com/safeframe/1-0-38/html/container.html
En este momento NYCHA está notificando a los residentes que necesitan que estos apartamentos se vuelvan a evaluar, de acuerdo con el nuevo estándar, por esa razón no cuenta con resultados actualizados bajo la nueva metodología.
Eso sí, lo único claro es que de las 89,552 pruebas practicadas bajo los esquemas anteriores, más de 24,583 unidades de apartamentos resultaron positivas en presencia de plomo. Y más 18,000 esperan aún por resultados, evidencia un informe actualizado por la Ciudad.
En esta larga lista de espera, se encuentra una abuela dominicana que se identificó como ‘María Prado’, quien relata que no se necesita ningún test para asegurar que en su apartamento en Dyckman Houses, construido en los años 50, hay presencia del metal.
“Aquí vinieron nos hicieron una inspección por el plomo antes de la pandemia. Yo he estado muy pendiente porque mis nietos vienen con frecuencia. Pero, gracias a Dios, ellos han salido negativo de sus pruebas de sangre de rutina. Pero aquí claro que hay plomo, moho, filtraciones. Y especialmente vecinos que no colaboran”, expresó
Monitor Federal: Todo está atrasado
En el último informe del Monitor Federal de NYCHA, Bart M. Schwartz, fechado en febrero de 2022, se reitera que de acuerdo a una secuencia de planes discutidos sobre estas viviendas, la agencia municipal “se comprometió a reajustar sus esquemas y reducir el plomo en los apartamentos que contienen componentes positivos donde residen niños menores de seis años o que pasan gran parte del tiempo”.
Los cálculos iniciales antes de la emergencia de salud pública, apuntaban a que todas las reducciones del polvo de metal presente principalmente en las pinturas, se iban a completar el próximo 31 de octubre de 2022. Una tarea sin dudas, imposible de cumplir.
Sin embargo, como aclara el Monitor Federal el pasado mes septiembre de 2021, “NYCHA detuvo todos lo trabajos de detección y eliminación del material tóxico, como resultado del anuncio de un cambio de regla por parte de la Ciudad de Nueva York que, a partir del 1 de diciembre de 2021, cambió el umbral de lo que constituye la presencia del componente en una residencia”.
De acuerdo con el cruce de varios informes condensados por la organización Comisión Presupuestaria Ciudadana (CBC), casi el 90% de las unidades de vivienda de NYCHA están deterioradas por múltiples fallas estructurales, y lo peor es que sino se realizan cambios drásticos en los próximos 10 años, podrían llegar al riesgo de afectarse más allá del punto en que sea poco rentable e imposible repararlas.
Plomo en NYCHA: Una historia de contradicciones
- 130,000 de los 177,000 apartamentos de NYCHA se construyeron antes de la década de 1970, cuando se prohibió la pintura con plomo.
- 9,000 apartamentos en donde viven niños menores de seis años en complejos de NYCHA registraron el riesgo de exposición al material tóxico, de acuerdo con una conclusión revelada en 2020 por el monitor federal.
- 3,000 apartamentos era la cuenta de unidades en riesgo, con base a los reportes oficiales de la autoridad municipal de vivienda en los últimos cuatro años, es decir 6,000 unidades menos que las detectadas por el ente federal.
- 19 niños que viven en complejos de NYCHA supuestamente habían sido afectados por el metal tóxico entre 2007 y 2017 aseguró el alcalde Bill de Blasio, calificándolo como “muy poco”.
- 1,160 niños residentes o visitantes de estas unidades residenciales realmente fueron los afectados por el contacto con plomo en ese periodo de tiempo, admitió el Departamento de Salud de la ciudad de Nueva York (DOHMH) luego de investigaciones del monitor federal que desmintieron las versiones oficiales.
Hágase la prueba de plomo
- De acuerdo con DOHMH la “mayoría de las personas con envenenamiento por plomo no se ven ni se sienten enfermas”.
- Una prueba de plomo en la sangre es la única manera de saber con certeza si usted o su hijo han estado expuestos al plomo.
- En el estado de Nueva York, los niños deben someterse a una prueba de envenenamiento por plomo al año de edad y nuevamente a los 2 años.
- Pregúntele a su médico acerca de la prueba a niños mayores si cree que pueden haber estado expuestos al plomo.
- Las mujeres embarazadas deben ser evaluadas por exposición al plomo en su primera visita al médico.
- Si cree que usted o los miembros de su familia corren el riesgo de envenenarse con plomo, pídale a un proveedor de atención médica que le haga una prueba de plomo en la sangre. Llame al 311 para obtener ayuda para encontrar un proveedor o una clínica.
Fuente: El Diario