Polvo del Sahara: Especialistas aconsejan mascarillas e hidratarse

Doctor Jhan González, neumólogo de Cedimat; Evangelina Soler neumóloga; Carlos Féliz Cuello, epidemiólogo salubrista.

El polvo del Sahara tiene aspectos positivos desde el punto de vista medio ambiental, pero impacta la salud de los seres humanos, afecta los ojos y las vías respiratorias.

Al tema se refirieron los doctores Carlos Manuel Féliz Cuello, epidemiólogo salubrista, y Jhan González, neumólogo de los Centros de Diagnóstico Medicina Avanzada y Telemedicina (CEDIMAT). El tema también fue analizado por la asesora del gobierno, doctora Evangelina Soler, neumóloga. Los tres especialistas recomiendan el uso de mascarillas y tomar abundante agua para hidratarse ante el calor.

Féliz Cuello asegura que la tos y el estornudo son frecuentes en estos días, sobre todo en niños y adultos mayores en condiciones de vulnerabilidad. Irritación en la garganta y en los ojos son las afecciones más frecuentes, pues disminuye la calidad del oxígeno, explica el epidemiólogo.

Las personas pueden registrar tos, molestias en las vías respiratorias, pues las partículas penetran debido al diámetro que tienen, aseguran los médicos. Féliz Cuello asegura que los niños con cuadros de asma, los que tienen alergias y otras afecciones respiratorias pueden ver exacerbarse el cuadro.

“Las pequeñas partículas de polvo de Sahara, que cada año llegan a nuestro país, producen un aumento en los síntomas de vías respiratorias, principalmente en aquellos que tiene una enfermedad pulmonar de base, como los que padecen asma o enfermedad pulmonar obstructiva crónica”, indica González.

De acuerdo con la Organización Panamericana de la Salud (OPS), el peligro que genera el fenómeno de recurrencia anual radica en el contenido de bacterias, virus, esporas, hierro, mercurio y pesticidas que presenta el polvo, que en individuos susceptibles o con una enfermedad de base, produciría una exacerbación de la misma.

Tanto Ronzales como Soler plantean que lo importante es que las partículas que llegan al bronquio pueden provocar lo que se conoce como broncoespasmo. El broncoespasmo se produce cuando la mucosa interna de los bronquios se inflama y el espacio existente para que pueda entrar el aire se reduce, coinciden los neumólogos. En el caso de pacientes que no padecen ninguna enfermedad respiratoria, los síntomas que se pueden presentar son tos, irritación nasal, conjuntivitis, dolor de garganta, alergias.

Recomendaciones

Lavarse los ojos con abundante agua en caso de irritación, también llevar unas gafas: “Mientras más cerradas sean las mismas, menos posibilidad hay de que esas partículas terminen sobre la superficie ocular”.

De su lado, la doctora Soler asegura que el impacto de ese polvo debe ser enfrentado con hidratación y evitando la exposición al sol. La población debe usar gafas de sol y al salir a las calles llevar mascarillas que cubren del polvo que afecta todo el medio ambiente, coinciden los médicos.

Fuente: Hoy