Caso de bodeguero José Alba ‘dispara’ posiciones extremas sobre la tenencia de armas en NY
El caso del bodeguero del Alto Manhattan José Alba, acusado de homicidio tras una refriega con un cliente quien terminó apuñalado mortalmente en el cuello, continúa siendo el combustible que está incendiando varias discusiones extremas en la Gran Manzana. Ahora, se despierta el debate sobre la necesidad de flexibilizar la tenencia de armas para comerciantes para defenderse del hampa.
Un punto muy espinoso que surge justamente cuando el estado de Nueva York empieza a ser vanguardia en normas más rígidas contra las armas. Y cuando la Gran Manzana padece una terrible epidemia de violencia.
Este miércoles, una docena de organizaciones lideradas por la Asociación Nacional de Cámaras de Comercio Latinas (NAOSLCC) y la Asociación de Pequeños Negocios y Bodegas de NYC tomaron las escalinatas de la Alcaldía de la Ciudad de Nueva York, exigiendo que se borren todos los cargos criminales contra Alba. Pero también dejando clara su posición ante la secuencia de solicitudes y protestas que han despertado este hecho.
“Nosotros queremos en primer lugar que la fiscalía, escuche y vea la fuerza de las pruebas que dejan claro que este bodeguero actuó ante un ataque. Evitó que lo mataran. Segundo, que se fortalezca a nuestra policía para que proteja a nuestras comunidades. Estamos en contra de cualquier solicitud que asome políticas de salvajismo y más violencia”, aseveró Frank García, portavoz de NAOSLCC.
“No podemos volver al lejano oeste”
En lo único que hay un consenso claro, entre la diversidad de asociaciones de comerciantes y empresariales, que han salido a las calles desde el pasado fin de semana por este caso, es que existen “todos los elementos probatorios para que la Fiscalía levante los cargos de tenencia ilegal de armas y homicidio en segundo grado al inmigrante isleño”, bajo el argumento de que actuó en “defensa propia”.
De resto, este hecho ha “disparado” una secuencia de solicitudes, que van desde la petición de renuncia al Fiscal del Distrito de Manhattan, Alvin Bragg, la idea de que nuevas normas faciliten “armar” bajo ciertas condiciones a los comerciantes y la revisión del concepto de “defensa propia” en Nueva York, para equipararlo al de otros estados como Florida.
En este sentido, García contó que creció viendo en los años 60 a su abuelo bodeguero con un arma para defenderse de los criminales. Y que aunque algunos agremiados y dueños de supermercados, están presionando para más licencias de armas, para defenderse de la ola criminal, esa posibilidad como asociación la consideran “un verdadero atraso”.
“Aquí todos queremos que liberen de cargos a José Alba. Pero desde nuestra posición gremial, queremos que todas las bodegas tengan botones de pánico. También que se dé más apoyo a los uniformados. No que nuestros niños crezcan viendo a comerciantes armados. No podemos volver al lejano oeste”, subrayó García.
Otros comerciantes, como el dominicano Miguel Peña, que acudió al nuevo llamado de apoyo a Alba, le pesa que un “legítimo reclamo”, basado en pruebas, como los videos divulgados en las últimas horas, se esté convirtiendo en parte de un juego político entre demócratas y republicanos.
“Aquí lo que queremos es que este pobre señor que está en problemas, por defender su vida y su familia, quede limpio de historial criminal. No que vengan los políticos a querer usar esto, como plataforma de sus agendas“, remató el manifestante.
¡Esto pasa todos los días!
A la cuarta manifestación en los últimos tres días, a favor del comerciante quisqueyano que deberá enfrentar una audiencia judicial el próximo 22 de julio, luego de que se lograra su libertad condicional, se unieron además líderes comunitarios de los cinco condados de la Gran Manzana.
En este sentido, la ecuatoriana Gloria Reyes, izando una bandera de su país, contó que se acercó a esta manifestación, porque como residente de Nueva York observa que situaciones como estas pasan todos los días, pero no tienen la misma “visibilidad”.
“Ayer mataron a un muchacho en Queens. Y eso no sale en ningún lado. Yo apoyo que le retiren los cargos a este señor. Porque él lo que hizo fue defenderse como lo haría cualquiera, si entran violentamente a su propiedad. Estamos viendo que los dominicanos se unieron por uno de los suyos. !Y eso tiene valor!”, dijo Gloria.
Varios movimientos, varias visiones
A este nuevo acto público, que exhorta a la Fiscalía a que elimine los cargos contra José Alba, recibió el respaldo la Asociación Nacional de Supermercados, la Asociación Latina de Restaurantes y las cámaras de comercio chinas y del Bajo Manhattan. Además de líderes electos de la Asamblea Estatal y el Concejo Municipal.
Este martes, la Unión de Bodegueros de América (UBA) y otras organizaciones hicieron lo propio, pero en las afueras de la sede de la Fiscalía en Manhattan.
En medio de la concentración que gritaba: ¡José Alba se defendió!, irrumpió el exconcejal y líder religioso de El Bronx, Rubén Díaz, quien con su normal tono controversial, reclamó al liderazgo electo hispano de la Gran Manzana su silencio y falta de apoyo a los movimientos a favor del bodeguero isleño.
Pero además, Díaz se puso en el extremo de quienes solicitan normas que relajen el uso de armas por parte de comerciantes que apliquen y no tengan antecedentes penales: “todo esto se está manejando con mucha hipocresía. ¿Acaso los empresarios ricos y los artistas no tienen armas para defenderse? “
¿Qué se sabe de la noche del 1 de julio?
Todo esta historia de horror para José Alba empezó en la noche del pasado 1 de julio, por la venta de unas papas fritas, en la bodega ‘Blue Moon’ en la calle 139 y Avenida Broadway, en el vecindario de Hamilton Heights en el Alto Manhattan.
La chispa de este lamentable suceso, se encendió cuando una mujer con su hija de 10 años intentó pagar unos ‘snacks’, pero la tarjeta electrónica de beneficios declinó. Después que la transacción no se completara, el bodeguero le retiró el producto a la niña.
De acuerdo con las versiones de medios locales, la madre de la pequeña fue a contarle a su novio. A los diez minutos, Austin Simon, de 37 años, entró violentamente y saltó al área detrás del mostrador. Allí comenzó a reclamarle violentamente al bodeguero y empezó a empujarlo, como registran las cámaras de seguridad.
Grabaciones divulgadas esta semana describen que cuando Simon empujó a Alba, el bodeguero trató de mediar invitándolo a evitar lo peor diciéndole: “Papi no quiero problemas”.
En la confrontación violenta, el bodeguero apeló a un cuchillo y alcanzó hacerle cinco cortes en el cuello, que lo liquidaron casi inmediatamente.
El dominicano también recibió tres heridas por un arma blanca, dos en el hombro y una en la mano. De acuerdo con su abogado defensor, el ataque fue perpetrado por la novia de Simon, en el momento del reclamo. Una versión negada radicalmente por su familia.
El afroamericano Austin Simon, con base a un informe de The New York Post, “estaba en libertad condicional por agresión y había sido arrestado al menos 27 veces anteriormente. Tiene en sus antecedentes haber agredido a un oficial de policía”.
Por su parte, Doug Cohen, un vocero del fiscal Bragg dijo a The New York Times: “Continuamos revisando la evidencia y la investigación está en curso”.
En medio del caos, familiares del hombre que resultó muerto por varias heridas en el cuello, dijeron “que él tuvo una vida difícil, pero fue asesinado tratando de proteger a alguien que le importaba”.
En sus primeras declaraciones a la espera del juicio, el bodeguero aseguró: “No pensé que esto pudiera pasar. Me siento muy triste. En ese momento estaba en shock. Les pediría a la familia que me perdonaran. Nunca quise hacer esto”, indicó.
Fuente: El Diario