Carteros dominicanos acusados por fraude de US$16MM en peticiones para desempleo COVID – 19
Los carteros dominicanos Oscar Abreu, Rafael Grullón y Aldo Palomino Junior, fueron arrestados y acusados el viernes por los fiscales federales de participar en un fraude al Departamento de Trabajo de Estados Unidos por $16 millones de dólares con peticiones falsas para reclamar ayuda por desempleo COVID-19.
Los arrestos del trío de carteros de nivel federal como empleados del Servicio Postal de Estados (USPS) se deriva del hallazgo de pilas de correspondencias y documentos que dejaron olvidados en 2020 en la habitación del hotel Court Yard de la cadena Marriot situado en el 5 de la calle Executive Boulevard en Yonkers.
Los fiscales dicen que el cabecilla de la banda es el dominicano Yohauris Rodríguez Hernández quien sobornó a los carteros para que robaran correspondencias del Departamento de Trabajo que eran enviadas a solicitantes de la ayuda (colecta) durante la pandemia.
Rodríguez Hernández había sido deportado hace varios años por fraude a la República Dominicana y será repatriado de nuevo después que cumpla la sentencia.
Desde que se encontraron los montones de cartas en el hotel, los federales iniciaron la investigación que se mantuvo activa por más de dos años concluyendo con las detenciones de los tres ya que Rodríguez Hernández fue acusado en 2020 por el mismo delito, imputándosele haber llenado 500 solicitudes fatulas.
Los datos de los beneficiarios eran tomados de las misivas enviadas por el departamento de labores a sus direcciones.
Abreu, Grullón y Palomino aceptaron millares de dólares en efectivo en sobornos para formar parte del esquema, alegan los fiscales.
Los documentos robados por los carteros eran enviados por el USPS a direcciones postales en Queens cuyas rutas cubrían los tres detenidos.
“Es un día triste cuando los empleados postales supuestamente ayudan a otros conspiradores a cometer robo de identidad”, dijo Daniel Brubaker, inspector a cargo de Nueva York del USPS en un comunicado emitido ayer lunes por el fiscal federal del distrito sur en Nueva York, Damian Williams.
“Los transportistas de cartas han traicionado al público y mostraron un total desprecio por la honestidad y la confianza pública que se depositó en ellos”, añadió Brubaker.
Los sobres encontrados en el hotel contenían docenas de tarjetas de débito dejadas en allí por Rodríguez Hernández cuando cambió de habitación.
Tras solicitar los 500 reclamos por desempleo, Rodríguez Hernández recibió $3 millones de dólares en ayuda pandémica.
Las cartas se descubrieron por casualidad en el hotel el 3 de diciembre 2020 cuando algunos huéspedes reclamaron la entrega de sus correspondencias que tenían en las habitaciones que ocupaban antes de ser cambiados a otras, y llamaron a la policía.
Los nuevos invitados en esa sala ya habían alertado al personal sobre ciento
s de sobres del Departamento de Trabajo del estado, incluidas docenas que contenían tarjetas de débito para beneficios de desempleo por COVID-19 que estaban en la habitación que ocupaba Rodríguez Hernández junto a un hombre no identificado.
Los dos intentaron escapar pero fueron interceptados por los policías de Yonkers a una cuadra del hotel.
También quisieron extender la estadía en la habitación, pero en el hotel les dijeron que ya estaba reservada. Cuando cambiaron de esa habitación, dejaron las pilas de sobres en la que ocupaban originalmente.
La policía también recuperó un cuaderno con sumas numéricas y listados escritos a mano que detallaban las direcciones donde se enviaron las tarjetas de débito y la información de muchos de los nombres utilizados para obtener el seguro de desempleo.
Los cargos contra Abreu, Grullón y Palomino incluyen conspiración para cometer robo y recepción de correo robado, robo de correo por parte de un oficial o empleado y conspiración para recibir sobornos, y acusarlos de recibir pagos de Rodríguez Hernández.
A Abreu le pagaron inicialmente $200 por cada sobre que interceptó en su ruta y luego $500 después de que él le dijo que quería salirse de la banda, según los fiscales. Pero él reclutó a Grullón y Palomino al plan, y de los $200 que los reclutados recibían por cada sobre robado tuvieron que pagarle $100 a Abreu.
De ser hallados culpables, los carteros dominicanos enfrentan condenas de entre 25 a 10 en la cárcel.
Por Miguel Cruz Tejada