Nueva idea de instalar carpas para inmigrantes en Randall’s Island genera una “tormenta” de rechazos
La Ciudad de Nueva York sigue bajo una fuerte presión para atender una crisis migratoria que estalló en el pasado verano. En resumen: No hay más espacio en el sistema de refugios y siguen fracasando los intentos por instalar sitios provisionales. Y en los ya existentes, aumentan las denuncias por el hacinamiento, el acceso a alimentos y situaciones de violencia.
En medio de esta turbulencia, la Alcaldía decidió abandonar su plan de instalar carpas para un centro de ayuda humanitaria en Orchard Beach en El Bronx, para recibir a miles de inmigrantes que siguen pasando la frontera y son enviados a la Gran Manzana en autobuses desde Texas. Aunque la nueva ubicación, también genera resquemores.
El alcalde Eric Adams anunció este lunes que el centro de acogida ahora se instalará en Randall’s Island, debajo del puente RKF-Triborough. Esta decisión se basó en que tras la tormenta del pasado fin de semana, la localidad prevista en El Bronx, registró inundaciones.
“Esta nueva ubicación está más cerca del transporte público y brindará un respiro temporal a 500 solicitantes de asilo. Continuamos explorando sitios adicionales a medida que manejamos esta crisis humanitaria” , explicó el Alcalde en un comunicado.
Sin embargo, a juicio de líderes electos y organizaciones comunitarias, este sitio tampoco cumple a cabalidad su objetivo.
En este sentido, Murad Awawdeh, director de la Coalición de Inmigración de Nueva York calificó este plan como “muy mal concebido”, pues está llevando a estas personas a campamentos de socorro en áreas remotas que son igualmente propensas a inundaciones.
“A pesar de la disponibilidad de edificios infrautilizados, que son más accesibles al transporte público, la Ciudad continúa obstinadamente comprometida con el desarrollo de campamentos de socorro en los cinco condados”, subrayó el activista.
Las organizaciones comunitarias han pedido repetidamente a la Alcaldía que se incluyan en la planificación de todo lo concerniente a estos inmigrantes, para garantizar que las necesidades de estas comunidades vulnerables, se integren con las propuestas del Alcalde.
“Vean lo que pasa. Un contratista construyó en El Bronx una estructura que ya se inundó. Tememos que el campamento de Randalls Island no será diferente”, opinó Awawdeh.
El argumento central del rechazo a la nueva propuesta, es que solo la línea del autobús M35 llega hasta la isla y solo los conductores pueden llegar allí cruzando el puente del peaje RFK-Triborough.
El otro problema es que Randall’s Island ya alberga varios refugios para personas sin hogar e instalaciones de redes de seguridad.
La senadora estatal Julia Salazar también señaló que el nuevo sitio también es vulnerable a las inundaciones. “Esto suena también como un desastre. Debemos abandonar la idea del campo de refugiados y colocar a las personas en viviendas reales”, acotó.
“Busquen oficinas y hoteles”
Por esta misma razón, líderes electos como la senadora estatal Jessica Ramos de Queens, criticaron el plan anunciado, por no ser mejor que la ubicación de Orchard Beach.
“En la isla de Randall, estarán completamente aislados. Y lejos de las comunidades que puedan ayudarlos. Esto sigue siendo inaceptable. Hay muchos espacios de oficinas comerciales vacantes. Pueden ser reutilizados para los solicitantes de asilo y nuestras familias sin hogar”, escribió Ramos en su cuenta twitter.
Por su parte este martes, el Defensor del Pueblo, Jumanne Williams también se ubicó en la acera del rechazo frontal a las medidas de la Administración Municipal para instalar en carpas a los recién llegados.
“Estas personas merecen mucho más que una tienda de campaña en un desierto de tránsito a medida que se acerca el invierno”, destacó Williams.
Este funcionario sugiere que se utilicen políticas similares al manejo de la pandemia, en donde se abrieron más espacios en hoteles o grandes áreas interiores. Pero además presiona para que se agilicen cupones CityFHEPS para mover a los neoyorquinos sin hogar de los refugios a viviendas permanentes, abriendo espacios para los solicitantes de asilo.
¿Dónde los ubicamos?
El sistema de albergues ya sobrepasó en más de un 26% su capacidad, debido al ingreso desde el pasado mes de mayo, de por lo menos 9,500 inmigrantes suramericanos, que han sido transportados en buses desde Texas, luego de haber pasado la frontera sur. El 90% de ellos son venezolanos.
Con 23 albergues de emergencia instalados recientemente, una nueva oleada que aguarda por venir y la presión de parte de defensores de los inmigrantes, que exigen más eficiencia en los procesos de acogida, la Ciudad y el Estado siguen buscando recursos y formas para atender esta crisis.
La semana pasada la junta comunitaria de Orchard Beach en el condado de la salsa, se opuso ferozmente a que el refugio provisional fuera instalado en esta localidad, por temores que “aumentara la criminalidad” en esos vecindarios, como expusieron a medios locales.
Portavoces de la Ciudad dijeron a El Diario que la disponibilidad de espacios de oficinas y hoteles, no es la misma que durante los días más oscuros de la pandemia.
“Nueva York está volviendo a sus operaciones turísticas y corporativas. No es lo mismo. Seguimos buscando espacios seguros en los cinco condados, que permitan además enfrentar la temporada invernal de manera adecuada”, destacó la fuente.
¿En un crucero?
Además de abrir Centros de Ayuda y Respuesta de Emergencia Humanitaria, la municipalidad está considerando alquilar el crucero Norwegian, por seis meses, para albergar y procesar a los solicitantes de asilo antes de trasladarlos a los refugios de la ciudad.
El barco probablemente estaría atracado en el puerto base de Staten Island, la antigua estación naval en la costa noreste de la isla.
Este acuerdo no ha sido confirmado. Aunque solo al ser asomado, ya recibió una marejada de cuestionamientos por parte de líderes electos de ese condado.
Por ejemplo, el líder de la minoría republicana del Concejo Municipal, Joseph Borelli expresó su preocupación y rechazo de que algún campamento o refugio para inmigrantes sea instalado en Staten Island.
“Todo esto será un fracaso. No creo en las ciudades santuario. Creo que va a ser un desastre. El crucero es tan absurdo que será el símbolo más visible del fiasco fronterizo del Presidente Joe Biden y de los problemas de las ciudades santuario en el país”, dijo.
Tampoco para organizaciones que han seguido de cerca esta crisis, el crucero es una solución. La Sociedad de Ayuda Legal (The Legal Aid) y la Coalición de Desamparados de NYC emitieron una declaración conjunta poniendo sobre la mesa los desafíos que tendrían este tipo de “centros de acogida”.
“Los cruceros no están diseñados, ni equipados, para brindar refugio y servicios adecuados a las personas sin hogar, particularmente aquellas con discapacidades. Además, la ventilación dentro de estos espacios es inadecuada, para proteger a las personas de enfermedades infecciosas transmitidas a través del aire como el COVID-19 y la tuberculosis”, coincidieron los dos grupos en su comunicado.
“No hay suficiente comida”
El inmigrante venezolano, Sergio Parada de 28 años, llegó a Nueva York el pasado mes de julio y se hizo eco de algunas denuncias que trascendieron en cadenas de televisión local, en donde se refería de limitadas dosis de fórmulas para los bebés que están alojados en los refugios.
“Obviamente ahora hay mucha más presión, porque hay mucha más gente. Yo estoy en un refugio de hombres y nos dicen que nos van a mover. Todo está muy racionado. Pero escucho de familias con niños que la pasan mal, porque las raciones de comida son muy pequeñas”, contó el suramericano.
En un comunicado, el Departamento de Servicios Sociales (DSS) explicó que están trabajando las 24 horas para atender a miles de solicitantes de asilo recién llegados.
“Nos aseguramos de que todos los refugios, que atienden a familias con niños, reciban provisiones de alimentos adecuadas y apropiadas para todos los bebés en el lugar”, dijo el DSS en su declaración.
Sin embargo, crecen los señalamientos de lo “infernal” de las condiciones de los centros de acogida y refugios distribuidos en toda la Gran Manzana.
“Se debe tener paciencia. Muchos de nosotros no escogimos venir a esta ciudad, pero aún así nos han dado ayuda al llegar. No podemos pensar que en esta situación, vamos a vivir con lujos. Pero de que son horribles los ‘shelters’, son horribles”, remarcó la venezolana Roberta González, de 25 años, quien reside en un centro de acogida familiar en Queens.
El hecho de que estos inmigrantes lleguen en masa a Nueva York en autobuses, enviados por la gobernación de Texas, es un hecho confirmado por el mismo mandatario texano, Greg Abbot, quien admitió que está enviando a grupos de indocumentados a Nueva York y Washington D.C, consideradas ‘ciudades santuario’, respondiendo a lo que califica como una “política de fronteras abiertas de la administración del presidente Joe Biden que está avasallando a las comunidades de su estado”.
Refugios al tope:
- 61,321 personas estaban albergadas en el sistema de refugios estables y temporales en la Gran Manzana, hasta el el pasado 28 de septiembre.
- 47,408 estaban en el sistema de refugios el 1 de mayo de 2022 cuando “despertó esta crisis migratoria”
- 13,000 inmigrantes de los cuales un 90% se calcula son de origen venezolano, han llegado a Nueva York, en los últimos meses.
- 9,500 se encuentran actualmente en los sistemas de refugios, que incluyen 23 hoteles de “emergencia” instalados en las últimas semanas.
Fuente: El Diario