Estudiantes de 138 escuelas públicas de la Gran Manzana recibirán más apoyo académico y emocional
En 138 escuelas públicas de la Ciudad de Nueva York en donde se han registrado el mayor número de incidentes disciplinarios, violencia y ausentismo del alumnado, entrará en acción en los próximos días un ambicioso programa de apoyo escolar denominado ‘Project Pivot’.
El nuevo plan consiste en garantizar a través de organizaciones de base comunitaria, ya presentes en cada vecindario, recursos y apoyo adicional para garantizar el éxito académico y el bienestar socioemocional de los estudiantes.
“Cuando un padre le da un beso de despedida a su hijo por la mañana, confía en que su hijo estará seguro tanto emocional como físicamente en la escuela”, comentó el canciller de Escuelas Richard Banks, para explicar de algún modo la dirección a la cual apunta este nuevo programa.
El Departamento de Educación de la Ciudad de Nueva York (DOE) ha identificado organizaciones comunitarias que se especializan en servicios de seguridad, prevención de la violencia, liderazgo estudiantil y preparación profesional, para que de manera directa puedan trabajar en los planteles seleccionados.
El plan operará en escuelas de todos los condados: 51 escuelas en el Bronx, 37 en Brooklyn, 28 en Manhattan, 13 en Queens y 9 en Staten Island.
Para reducir los castigos
Las organizaciones guiarán a los estudiantes en riesgo de violencia, pero también identificarán a quienes tienen potencial académico, para impulsar sus carreras profesionales. Se espera que esta nueva “ecuación” genere una conexión sólida con cada comunidad y se reduzcan los castigos disciplinarios, las suspensiones y las peleas.
“Cuando nuestros hijos saben que hay adultos, que se preocupan por ellos y se aseguran de que se presenten a la escuela todos los días, se desempeñan mejor académica y socialmente. El Project Pivot brindará a nuestros niños todos los recursos que necesitan para tener éxito”, acotó el alcalde Eric Adams este jueves al anunciar el lanzamiento de este programa, que recibirá una inversión inicial de $9 millones.
Esta propuesta dada a conocer luego de varias semanas del inicio del año escolar, se produce en medio de una mayor preocupación por la seguridad en las escuelas de la Gran Manzana y de una tasa muy elevada de deserción escolar, luego que terminaron las restricciones pandémicas y se hizo un llamado a clases presenciales.
Además, en el periodo anterior, se precisó en las instituciones educativas públicas un alza en las confiscaciones de “instrumentos peligrosos” como cuchillos, armas Taser y gas pimienta. Así como un aumento en los incidentes violentos en los alrededores de las escuelas.
Los tiroteos masivos en planteles de todo el país también han llevado a la Ciudad a aumentar la capacitación en respuestas de emergencias y reforzar los servicios de salud mental.
El Alcalde Adams se refirió a este intento por mejor el rendimiento escolar como un esquema fuera del camino tradicional de la educación.
“Hasta ahora el 65 por ciento de los niños de color nunca entran en la competencia universitaria y profesional. Hemos fallado. Ahora estamos forjando otro camino”, concluyó.
Fuente: El Diario