Inmigrantes en Nueva York: “Queremos trabajar legalmente”

Selitza Castro, Eveth Torrealba, Carlos Montilla y Helian Ugarte Vera, son apenas 4 de los miles de personas que han llegado a la ciudad de Nueva York en busca de mejores oportunidades de vida. 

Al igual que ellos, muchos inmigrantes, en su mayoría enviados por el gobernador de Texas a Nueva York, han tratado de encontrar un equilibrio que les permita sobresalir, sin embargo, se han encontrado con una serie de trabas, principalmente un documento legal que les permita trabajar.

Selitza Castro, originaria de San Carlos Estado de Cojedes, Venezuela, recuerda con nostalgia la “travesía” que vivió para llegar a Estados Unidos, sobre todo cuando le tocó atravesar la peligrosa Selva del Darién, escalando cerros, cruzando ríos, combatiendo contra el fango y lo más peligroso aún, el temor a ser asesinada o violada.

“La selva es horrible, es algo que de verdad no se lo deseo a nadie, pero gracias a Dios logré salir. Otras personas se pierden en el camino, otras se mueren. Pasan también cosas muy feas en el bosque.

Aunque yo nunca vi personas que violaban, sí escuché historias de personas que vivieron eso”, recuerda la señora Castro. 

En una entrevista con Impacto Latino explicó que a finales de octubre cumple dos meses de haber llegado a la ciudad, vive en un albergue en El Bronx, desde entonces, no ha conseguido una vivienda estable y ha sido difícil conseguir un empleo formal, que es, según dijo, su principal objetivo de haber llegado a la ciudad.

Unos 17, 000 inmigrantes, muchos de ellos provenientes de Suramérica y Centroamérica, que en las últimas semanas han sido enviados desde Estados como Texas y Arizona en buses hasta la ciudad de Nueva York, viven un verdadero calvario para poder adaptarse y poder sobrevivir, mientras se resuelve su estatus migratorio, a pesar de las ayudas disponibles que la Gran Manzana ha estado entregando.

En medio de la búsqueda de soluciones que hagan más llevadero el día a día para estos inmigrantes, y que de paso no causen un impacto cada vez mayor en los recursos de la ciudad, crece el llamado para que el gobierno federal otorgue permisos de trabajo a los recién llegados y puedan tener una fuente de ingresos en Nueva York.

La constante afluencia de inmigrantes que han llegado a la ciudad desde mayo, la mayoría de ellos huyendo de las crisis sociopolíticas y económicas que atraviesan países como Venezuela, Nicaragua o Cuba, han puesto a prueba una vez más la identidad de Ciudad Santuario y su capacidad para afrontar la crisis, en un momento que la llegada de estas personas no muestra señales de desaceleración.

Sin embargo, esto va más allá. Con la llegada de miles de inmigrantes existe una urgencia actual para dar salida a esta crisis que existe en la ciudad, y es, la oportunidad de permitirles trabajar legalmente a los inmigrantes.

Selitza Castro, quien lleva “incansablemente buscando trabajo”, dijo que desde que llegó a la ciudad, “con miedos, temores y un poco perdida”, porque no conocía a nadie y sin saber el idioma, no ha encontrado un empleo formal. 

Su espíritu humanitario le ha incentivado que se traslade a las iglesias que brindan apoyo para así, ayudar a otros inmigrantes. 

“Es lo único que hasta el momento he logrado hacer porque trabajo formal no tengo”, dijo la inmigrante venezolana, quien tiene planes de quedarse a vivir en la ciudad de Nueva York y “aportar en su desarrollo económico”.   

Selitza Castro
Unos 17, 000 inmigrantes, muchos de ellos provenientes de Suramérica y Centroamérica, han llegado a la ciudad de Nueva York, muchos de ellos enviados en autobuses desde Texas.

Inmigrantes están listos para trabajar 

Las autoridades de la ciudad dijeron que se esperan miles más en los próximos días. Posiblemente llegue a 100,000 las personas que lleguen. 

Por lo que el alcalde y diferentes organizaciones que trabajan en defensa de los inmigrantes han especificado que una de las mejores vías es darle trabajo a estas personas que son incluso profesionales y otros que están dispuestos a desempeñarse en trabajos que ningún ciudadano americano haría.

“Lo extraño es que, particularmente en Nueva York y en todo el país, hay tanta demanda de empleados.

Muchas de las industrias se mueren por conseguir empleados. Entonces, si eres una enfermera de Venezuela, ¿por qué te hago esperar y no usar tu profesión médica para ayudar en los hospitales donde tenemos escasez de enfermeras? Si eres ingeniero, tenemos escasez de ingenieros. Si eres maestro, tenemos escasez de maestros, maestros bilingües.

Entonces ese retraso de seis meses está creando una crisis mayor”, ha señalado el alcalde Adams.

Desde que Carlos Montilla llegó a un refugio en Manhattan, sus intentos de encontrar un empleo formal han sido en vano, a pesar de que se considera estar calificado para trabajar en el área de enfermería.

Uno de los obstáculos que se le ha presentado en la búsqueda de empleo al venezolano Carlos Montilla originario de Guanare, capital del Estado Portuguesa, ha sido la documentación legal para obtener empleo y otros derechos legales que ofrece la ciudad.

Aunque nunca tuvo planes de salir de su país, lo que motivó a salir de Venezuela a Carlos es lo que él mismo denomina como “una crisis política, social y económica que vive el país, es decir lo que ya todos sabemos que viven los venezolanos bajo el régimen de Nicolas Maduro.

Esta misma situación que atraviesa el país Sudamericano es la razón por la que el gobierno de Estados Unidos les ha permitido poder ingresar al país y tener cierta recepción más favorable a otros países.

Recuerda que después de atravesar todos los países cuando llegó a Guatemala "te exprimen hasta el alma. De verdad te dejan hasta sin dignidad, te dejan sin nada, al igual que en México que nos tratan como lo peor, como si fuéramos delincuentes o narcotraficantes”, dijo Carlos en una entrevista con Impacto Latino.  

Montilla, que llegó a la ciudad de Nueva York el 11 de septiembre, actualmente se encuentra en un refugio en Manhattan hasta que se pueda resolver su proceso migratorio, recordó que pasó el Río Bravo a las 12 de la noche junto con dos personas que encontró en el camino y en la frontera le quitaron todas sus pertenencias.

Refugio en El Bronx
Los inmigrantes necesitan permisos de trabajo porque según ellos, con ese objetivo llegaron al país “a trabajar, a formarnos como persona, capacitarnos, a tratar de integrarnos dentro de la sociedad”.

Dada la urgencia que representa esta crisis la concejal Gale A. Brewer extendió una carta con carácter urgencia en la que pide al Servicios de Ciudadanía e Inmigración de los Estados Unidos que procesen los Documentos de Autorización de Empleo I-765 dentro de los 30 días y eliminen rápidamente la acumulación de solicitudes.

A inicios de septiembre Nueva York había recibido a más de 9,800 personas que buscan asilo, pero a la fecha, y con la llegada cada vez mayor de inmigrantes, el número de solicitudes ha crecido exponencialmente.

La concejal Brewer le escribió al director de USCIS, Ur M. Jaddou, solicitando que USCIS vuelva a implementar una regla de procesamiento de 30 días.

“La ciudad de Nueva York siempre ha sido un santuario para quienes buscan refugio. Las personas que buscan asilo han llegado a la frontera de los Estados Unidos desde América Central y del Sur, muchas de las cuales son familias con niños, y deben ser bienvenidas y apoyadas durante ese proceso”, solicitó la concejal de Manhattan.

Le pidió al gobierno que haga ajustes políticos que respondan a esta situación con urgencia, como volver a una revisión previa de 30 días para las solicitudes de autorización de empleo.

Brewer señaló que hay puestos de trabajo que deben cubrirse y personas que necesitan oportunidades económicas para comenzar una nueva vida en la Gran Ciudad.

Si bien Carlos Montilla dijo que no tienen permiso para trabajar, su plan no es exigirle al gobierno, porque nosotros no podemos exigirle a un país nada, sino que nos tiendan una mano amiga, en cuanto al permiso de trabajo.

Es lo que más necesitan, porque con ese objetivo llegaron al país "a trabajar, a formarnos como persona, capacitarnos, a tratar de integrarnos dentro de la sociedad.

El plan mío y el de todos los migrantes es contribuir a la ciudad, y al igual que todos pagar los impuestos e integrarnos como personas al tener un buen empleo, tener un hogar estable, dijo Carlos. 

Carlos Montilla entiende la situación que atraviesa la ciudad de Nueva York con la masiva llegada de inmigrantes, pero su plan es no seguir siendo carga del país, sino más bien contribuir.

Ahora que tenemos la oportunidad de estar aquí debemos aprovecharlo. 

Cuando salen de los refugios a las 8 de la mañana buscan trabajo todo el día en la calle, van tocando puertas en busca de oportunidades de empleo, o bien buscando alguna ayuda.

Necesitamos que nos abran las puertas porque somos útiles para muchas cosas, por lo menos en mi caso, me he formado en el área hospitalaria. Y me gustaría trabajar de enfermero, o tener la oportunidad de trabajar en el cuidado del adulto mayor, mi carrera es cuidar y velar por la salud de los pacientes sería mi sueño seguir ejerciendo esta profesión, destacó Carlos quien se encuentra optimista de poder recibir un documento legal que le permita trabajar en su carrera profesional. 

Eveth Torrealba
Eveth Torrealba, inmigrante venezolano describió a Impacto Latino los obstáculos que enfrenta cuando abandona el refugio en un hotel en Manhattan.

El tiempo de ayudar es ahora 

El mandatario Eric Adams planteó que en momentos en que muchos negocios y empresas en diferentes áreas han manifestado la escasez de trabajadores, pudieran beneficiarse de los inmigrantes recién llegados y al mismo tiempo ellos tendrían mejores condiciones y sería un desahogo para la economía de la ciudad al evitar su sostenimiento.

Eveth Torrealba, inmigrante venezolano describió a Impacto Latino los obstáculos que enfrenta cuando abandona el refugio en un hotel en Manhattan, como lo es la situación de los documentos. 

De llegar a tener ingresos fijos, reveló a Impacto Latino que podría incluso buscar su propio abogado para que le ayude con sus trámites, también le gustaría alquilar un cuarto y poder establecerse. 

Ha buscado trabajo en la construcción, pero no lo contratan porque le dijeron que pueden llegar personas de la ciudad a fiscalizar y eso podría afectar a la empresa, ya sea que la cierren o la multen por tener personas indocumentadas trabajando.

Las iglesias de la ciudad les han ayudado y brindan información. Mientras abandona el refugio, camina por la ciudad en busca de oportunidades. A ver quién nos da trabajo.

Así se hace mientras que se nos facilitan los documentos, dijo Torrealba.  

El alcalde Eric Adams en entrevistas pasadas ha dicho que “si no se les conceden esos permisos de trabajo de manera inmediata en los primeros seis meses de llegada a los inmigrantes que han solicitado asilo, la carga económica debería ser asumida por el Gobierno federal”.

En esa misma dirección, Murad Awawdeh, director ejecutivo de la organización New York Immigration Coalition (NYIC), aseguró que es esencial que los solicitantes de asilo aseguren el derecho a trabajar en Nueva York lo más rápido posible, para que puedan comenzar a construir sus nuevas vidas e hizo un llamado a las autoridades federales a que aceleren esa gestión.

La realidad de los recién llegados es cruda, hay una gran cantidad de ellos yendo de puerta en puerta, mal abrigados, hambrientos y sin dinero pidiendo comida y trabajo a los residentes en vecindarios donde el alcalde los mantiene como refugiados en un hotel.

El alcalde Eric Adams declaró el estado de emergencia en Nueva York el pasado 7 de octubre, señalando que la afluencia de recién llegados a los cinco condados de la ciudad ha ejercido presión sobre el ya sobrecargado sistema de refugios para personas sin hogar de la ciudad que actualmente alberga a 61,000 personas de las cuales más de 20 mil son niños y el número de migrantes se estima en 17,000.

Eveth Torrealba
Concejales de la ciudad de Nueva York le han pedido al gobierno federal que acelere los permisos de trabajo a los inmigrantes.

Un llamado urgente al gobierno federal 

En otra carta fechada el 16 de septiembre y firmada por 34 miembros del Concejo Municipal, pidieron al senador Chuck Schumer, la senadora Kirsten Gillibrand y los congresistas que apoyen la implementación de un cambio de política que permitiría a USCIS adoptar la regla anterior que requería una revisión de 30 días de las solicitudes o asignar recursos que permitan tiempos de procesamiento más rápidos.

“Le escribimos para solicitar su apoyo en la identificación de personal y recursos adicionales para facilitar la capacidad de los Servicios de Ciudadanía e Inmigración de los Estados Unidos (USCIS) para acelerar los tiempos de procesamiento de las solicitudes de autorización de empleo (Formulario I-765) para las personas que buscan asilo”, expresa parte de la carta.

Si bien, de conformidad con la ley federal, los solicitantes de asilo pendientes deben presentar una solicitud de autorización de empleo para obtener cualquier forma de empleo legal, los procesos han sido lentos, lo que no ha permitido que miles de inmigrantes tengan la oportunidad de obtener un empleo formal bajo las reglas y leyes que establece el país.

Permitir que los inmigrantes accedan a documentos legales es clave para ayudar a los solicitantes de asilo a encontrar un lugar en la ciudad y evitar que caigan en las grietas de la ilegalidad, lo que provocaría, vulnerabilidad de sus derechos, robo de salario, salarios bajos y discriminacion.  

Helian Ugarte Vera
-La situación de Helian Ugarte Vera, originario de San Cristóbal, Venezuela, hasta ahora ha sido difícil porque siempre le piden los documentos legales para trabajar.

La situación de Helian Ugarte Vera, originario de San Cristóbal, Venezuela, hasta ahora ha sido difícil porque siempre le piden los documentos. 

Yo salgo a buscar trabajo y sí hay trabajo, aseguró Ugarte, pero le piden los documentos, o algo que lo identifique.

Llegó a la ciudad hace dos semanas desde el 26 de septiembre. “Ese fue el primer día que llegué acá a Nueva York”, recuerda. 

Cuando va a buscar trabajo le piden documentación y presenta los documentos que le entregó migración, pero los empleadores le responden que esa documentación no es válida para trabajar “que eso no les sirve”.

“Siempre que voy a un lugar me piden mi número de teléfono que supuestamente me van a llamar, pero nunca me llaman y así me la paso buscando trabajo, entonces yo creo que no me llaman porque no tengo un documento legal”.

De llegar a obtener un permiso de trabajo la situación de Helian Ugarte cambiaría porque pudiera trabajar legalmente, también compraría lo necesario, incluso también podría alquilar un apartamento.

Al igual que sus otros compañeros vamos tocando puertas a ver quién nos da trabajo. 

Entonces todo eso cambiaría para nosotros porque ya compraríamos hasta nuestra propia comida, indicó.

Fuente: Impacto Latino