Plan de hospitalizar a enfermos mentales sin su consentimiento en NYC desata preocupaciones
Ver deambular por las calles y el metro de Nueva York a cientos de personas con señales de distorsión con la realidad y aparentes síntomas de problemas mentales, sin recibir la ayuda que requieren, se ha vuelto cotidiano en la Gran Manzana. La sicosis deambula en el metro y en las aceras.
Personas dando gritos, otros en actitud amenazante, alguno afirmando que viene del futuro, e incluso algunos infligiéndose daño o atacando a otros, son parte del día a día que peatones y usuarios del transporte público observan en los cinco condados.
Es evidente: los problemas serios de salud mental están aumentando en la ciudad y el propio alcalde, Eric Adams lo reconoció este martes, tras anunciar un plan para que las autoridades puedan conectar de manera inmediata a enfermos mentales graves, con servicios de atención médica que los beneficie, y de paso los neoyorquinos se sientan más seguros.
A partir de ahora, cuando se observe que enfermos mentales estén en crisis o no cuenten con sus capacidades para satisfacer sus necesidades básicas, y representen peligro para sí mismos o para otros, serán hospitalizados, incluso si no aceptan la ayuda de manera voluntaria.
Así lo anunció el Alcalde de Nueva York, Eric Adams, tras admitir un “mea culpa” ante el abandono en el que personas con condiciones mentales severas han dejado los Gobiernos.
“Cientos de neoyorquinos necesitan tratamiento con urgencia, pero a menudo lo rechazan cuando se les ofrece. La naturaleza misma de sus enfermedades les impide darse cuenta de que necesitan intervención y apoyo. Sin esa intervención, permanecen perdidos y aislados de la sociedad, atormentados por delirios y pensamientos desordenados”, comentó el mandatario neoyorquino, quien insistió en la necesidad de cambiar la manera como se está ignorando a los enfermos mentales.
“No es aceptable para nosotros ver a alguien que claramente necesita ayuda y pasar de largo. Necesitamos cambiar esa cultura y aclarar nuestras expectativas. No más caminar o mirar hacia otro lado. No más pasarnos la pelota”, dijo Adams. “Si una enfermedad mental grave hace que alguien se quede sin protección y sea un peligro para sí mismo, tenemos la obligación moral de ayudarlo a obtener el tratamiento y la atención que necesita. Ya no podemos negar la realidad de que la psicosis no tratada puede ser una condición cruel y consumidora que a menudo requiere intervención involuntaria, tratamiento médico supervisado y atención a largo plazo”.
El Alcalde aprovechó para presentar un plan de acción que aclara la responsabilidad de las autoridades de brindar atención inmediata, al igual que una agenda legislativa de salud mental que espera promover en Albany a partir de enero próximo. Entre otras iniciativas la Ciudad lanzará una línea de teleconsulta para proporcionar a los socorristas acceso directo a los médicos.
“Para comenzar ese proceso, nuestro equipo ha desarrollado una agenda legislativa de 11 puntos para abordar esas brechas, y lograr que se promulgue será una prioridad importante para nosotros en 2023… Pero incluso a medida que avanzamos en esa agenda, hay mucho que podemos hacer ahora al interpretar y aplicar adecuadamente la ley existente”, comentó el burgomaestre destacando que no basta con tener a los pacientes unos días y darlos de alta sin programas de transición y viviendas de apoyo.
Adams dijo que se mejorarán los entrenamientos con el NYPD, trabajadores comunitarios y personal hospitalario para que entiendan que la ley de Nueva York ya permite intervenir cuando hay una enfermedad mental.
“Persiste un malentendido común de que no podemos brindar asistencia en contra de la voluntad a menos que la persona sea violenta, tenga tendencias suicidas o presente un riesgo de daño inminente. Este mito debe ser puesto a descansar”, afirmó el Alcalde, al tiempo que advirtió que las mejoras no se verán de un día a otro.
“Nadie debería pensar que décadas de disfunción se pueden cambiar de la noche a la mañana. El viaje más largo comienza con un solo paso, y no podemos esperar otro día para dar este. Debemos liderar con un sentido de propósito y convicción, no perdernos en un desierto de burocracia y miedo”, señaló el líder demócrata. “Debemos enseñar y capacitar a la fuerza laboral de nuestra Ciudad para brindar ayuda a quienes la necesitan. Debemos construir un sistema que brinde atención a las personas, alivie su dolor, evite que se lastimen a sí mismas u a otros, y les proporcione el tratamiento y el apoyo que necesitan a largo plazo”.
La comisionada del NYPD, Keechant Sewell, advirtió que la Uniformada está presta a mejorar en los protocolos de atención que ofrece a neoyorquinos vulnerables con problemas de salud mental.
“Este es un tema de larga data y muy complejo, y continuaremos trabajando en estrecha colaboración con nuestros muchos socios para garantizar que todos tengan acceso a los servicios que necesitan”, dijo la funcionaria. “Esto merece todo el apoyo y la atención de nuestros esfuerzos colectivos”.
El Dr. Ashwin Vasan, comisionado del Departamento de Salud de la Ciudad (DOHMH), advirtió que quienes viven con una enfermedad mental grave merecen trato digno, respetuoso y ser libres de discriminación y estigma.
“Como ciudad, este trabajo, en la intersección de la seguridad pública y la enfermedad mental, representa parte de una estrategia más amplia, que se centra en brindar a todas las personas que viven con una enfermedad mental grave los componentes básicos de la recuperación: atención médica, un hogar y una comunidad”, dijo el jefe de Salud sobre el plan del Alcalde, asegurando que reducirá la cantidad de enfermos mentales necesitados en calles y el metro“.
Y mientras las autoridades municipales defienden su plan como una manera de hacerle frente a la problemática de desatención de salud mental en casos serios, en las comunidades la iniciativa no fue recibida con el mismo optimismo, y por el contrario aseguran que perjudicará a quienes padezcan condiciones mentales en vez de aliviarlos, muchos de ellos hispanos y negros. Otra de las grandes molestias que genera el proyecto es que sigue vinculando a agentes de policía, en vez de apartarlos de esos procesos de manejo de pacientes mentales, como se ha solicitado por muchos años.
Ese fue el sentir de Jawanza Williams, director de la organización VOCAL-NY, quien calificó como una mala movida que el plan de “asistencia contra la voluntad” para atender a las personas sin hogar que experimentan crisis de salud mental.
“Los neoyorquinos verán este plan por lo que es: un intento draconiano de decir que la administración de Adams está abordando un problema, mientras lo empeora”, dijo el activista. “Las vidas de las personas que enfrentan crisis de salud mental no mejorarán al obligarlas a recibir tratamiento, especialmente si proviene de acciones de agentes de aplicación de la ley. Lo único que hará esta directriz es desaparecerlos“.
Williams agregó que el alcalde Adams está utilizando un lenguaje progresista sobre el cuidado y la compasión solo para “distraer la atención de sus continuos recortes presupuestarios a los servicios y al personal, mientras alimenta el presupuesto” del NYPD.
“Este enfoque ‘compasivo’ ignora las demandas de las comunidades vulnerables a las que afirma ayudar: vivienda permanente, acceso equitativo a herramientas de salud pública e inversiones en servicios comunitarios que satisfacen a las personas donde se encuentran”, agregó.
El Defensor del Pueblo, Jumaane Williams, se mostró en la misma línea y advirtió que la larga crisis de salud mental en la Gran Manzana exige una mayor atención y financiamiento, lejos de un manejo policial.
“Obstinadamente la Ciudad es insistente en utilizar a la policía como la principal fuerza que tome decisiones en emergencias de salud mental”, criticó el funcionario público. “Como ha argumentado nuestra oficina desde 2019, la salud mental es un problema de salud pública, no criminal. Desafortunadamente, como detallamos en nuestra nueva revisión hace solo unos días, la Ciudad aún no ha tomado muchos de los pasos necesarios para reformar nuestra salud mental: infraestructura de salud y seguridad pública, y en cierto modo, ha retrocedido”.
A pesar de su oposición al anuncio del Alcalde, el Defensor del Pueblo dio crédito a la Administración Adams sobre asuntos como los centros de acogida, los refugios seguros, las camas de estabilización y las camionetas de extensión.
“Aún así, el anuncio del alcalde deja muchos detalles sin especificar, preguntas sin responder, y la administración debe proporcionar más información sobre las intenciones, la implementación y la inversión no policial en su plan”, comentó Williams. “Un marco que continúa centrándose en la dependencia excesiva de la policía, disminuye el papel de profesionales de la salud, y le resta prioridad al papel del apoyo entre pares no será sostenible ni eficaz para satisfacer las necesidades de los neoyorquinos necesitados o de una ciudad en crisis”.
Las organizaciones Legal Aid Society, Brooklyn Defender Services, The Bronx Defenders, New York County Defender Services y Neighborhood Defender Service of Harlem (organizaciones de defensores públicos de la ciudad de Nueva York), vieron con buenos ojos que el Alcalde Adams reconozca la gravedad de la crisis de salud mental, y consideraron que el tratamiento más efectivo debe ser basado en las comunidades y los servicios menos restrictivos para que haya mejores caminos hacia la rehabilitación y la recuperación.
“(El Alcalde) tiene razón en que los neoyorquinos sin hogar con problemas de salud mental tienen derecho a atención médica, vivienda, tratamiento, respeto, dignidad y la esperanza de que su futuro sea seguro y que sus enfermedades sean tratadas”, dijeron las organizaciones comunales en un comunicado, donde exigieron soluciones más de fondo a nivel estatal que evite que pacientes mentales terminen en prisiones.
“En lugar de encarcelar a las personas con enfermedades mentales subyacentes y trastornos similares, y luego abandonarlas en un proceso de transición caótico y sin apoyo cuando son liberadas en la comunidad, los tribunales de salud mental y tratamiento de drogas, junto con los sólidos servicios comunitarios que los acompañan, conducen a mayor salud pública y seguridad pública”, dijeron los defensores. “Las personas que completan con éxito los tribunales de tratamiento de salud mental o de drogas tienen una tasa sustancialmente menor de nuevos arrestos y cumplen con otras medidas de éxito, como continuar su educación y obtener empleo”.
Detalles del plan de salud mental anunciado por el Alcalde
- Los equipos móviles de crisis del Departamento de Salud y Salud Mental, como el FDNY-EMS y el NYPD tendrán la directriz de establecer un proceso acelerado para transportar a un hospital para su evaluación a una persona que experimente una crisis de salud mental cuando rechace la asistencia voluntaria y parezca sufrir una enfermedad mental y ser un peligro para sí misma.
- Habrá nuevos equipos clínicos de respuesta conjunta desplegados en el metro
- Habrá capacitación mejorada a los equipos que atienden a personas en crisis.
- La ley actual permite que los trabajadores comunitarios, los hospitales operados por la ciudad y los socorristas tengan autoridad legal para brindar atención a los neoyorquinos cuando una enfermedad mental grave les impide satisfacer sus propias necesidades básicas que los puede convertir en un peligro potencial para ellos mismos.
- No se requiere un “acto manifiesto” que demuestre que la persona es violenta, suicida o se involucra en un comportamiento escandalosamente peligroso que probablemente resulte en un daño inminente para internarlo.
- Habrá una línea de teleconsulta para proporcionar a los agentes de policía en el campo acceso directo a los médicos
- La agenda legislativa de 11 puntos que el Alcalde promoverá en Albany busca cerrar brechas en la Ley de Higiene Mental del Estado de Nueva York a fin de enfrentar mejor el manejo de enfermedades mentales graves.
Fuente: El Diaro