En 2022 sobredosis de drogas y suicidios causan la mayor cantidad de muertes en una década en Rikers Island

El hispano Edgardo Mejías, de 39 años, se convirtió en el decimonoveno interno que pierde la vida en Rikers Island. Este hecho puso más “sal a la herida” de la situación penitenciaria de la Gran Manzana, que cierra este año con el mayor número de decesos de internos en una década.

Pero a diferencia de otros años, en donde las muertes en los entornos carcelarios estaban vinculadas con violencia, enfrentamientos entre reos, asesinatos, presencia de armas blancas o golpizas, este ciclo cierra con la mirada puesta en las fallas de personal médico y la presencia de drogas en este recinto penal.

Del total de fallecidos, nueve son de origen latino. 

Los reportes oficiales apuntan a que la muerte de este grupo de internos, estuvieron asociadas con suicidios y sobredosis de drogas.

El deceso de Mejías, causado presuntamente por una sobredosis de drogas,  despertó este martes con furia un movimiento para que un síndico federal se haga cargo de la cárcel más grande de Nueva York. Esto implicaría que se quite el control a la Alcaldía de su administración.

Al mismo tiempo, el Comité de Justicia Criminal del Concejo Municipal llamó a una audiencia a Louis Molina, la máxima autoridad del Departamento de Corrección de la Ciudad de Nueva York (DOC), quien tuvo que defender lo que para su interpretación, ha sido “un año de avances claros en la seguridad, la protección y bienestar de la población penitenciaria”.

En resumen, para Molina el plan de acción que lleva adelante la Administración Municipal, bajo la supervisión de un monitor federal, ha logrado reducir de manera abismal el número de armas y en consecuencia la violencia. Aunque admite que el retiro y jubilación de 1,000 oficiales penitenciarios sigue generando “lagunas” en algunos servicios.

“Hemos tenido avances muy claros en reducir la violencia, dentro de nuestro sistema carcelario. Los ataques con armas blancas se han reducido en un 85%. Hemos sacado por lo menos 500 armas en los últimos meses”, defendió el titular del DOC.

De igual forma se anunció que un nuevo liderazgo se está encargando de una estrategia para reclutar en los próximos meses, personal más especializado para abordar la crisis en las cárceles.

¿Mejoras?

Los balances mostrados por Molina, en esta sesión especial de la Cámara Municipal, para analizar el drama carcelario en la Gran Manzana, fueron puestos en duda por la concejal Carlina Rivera quien recordó al funcionario que una nueva muerte de un detenido, bajo custodia de la Ciudad, se había registrado el pasado domingo.

“Las cifras de fallecidos dan cuenta que estamos al frente de una situación desastrosa. La peor en años. Ya van 19 decesos. Entonces cómo podemos entender que la situación penitenciaria tiene mejores perspectivas”, subrayó la legisladora del Bajo Manhattan.

Rivera citó las denuncias del abogado de Edgardo Mejías, quien aseguró que el hoy fallecido presentaba antecedentes de asma, que no fueron debidamente atendidos por los servicios médicos penitenciarios.

Su muerte se encuentra siendo investigada por la Fiscalía. Y hasta el momento no hay suspensiones de personal.

“Hasta la fecha no tenemos evidencias de que esta fatalidad lamentable se haya producido por negligencia. Se le practicaron los primeros auxilios de manera oportuna. Lamentamos profundamente esta pérdida. Reiteramos nuestras condolencias a su familia”, indicó este martes, el comisionado de prisiones ante miembros del Concejo.

La concejal Carlina Rivera lideró la audiencia legislativa este martes para exigir cuentas al DOC sobre sus avances en este 2022. (Foto: Cortesía Jeff Reed)

Extraoficial: Fue una sobredosis

Algunos portavoces del DOC dijeron extraoficialmente a medios locales que Mejías murió presuntamente por una sobredosis de narcóticos, y fue descubierto por otros detenidos, quienes alertaron al personal. 

Cuando presentó una falla respiratoria, se le administraron medicamentos para tratar de revivirlo, pero no respondió.

El DOC no citó una causa de muerte en medio de una investigación realizada por la Oficina del Médico Forense. En este caso, si se confirma que murió por una sobredosis, sería la sexta muerte por esta razón en las cárceles en este año.

Mejías fue arrestado el pasado 30 de septiembre con su novia, por robar perfumes en una tienda en la Sexta Avenida. Ingresó a Rikers Island el 2 de octubre por un cargo de robo en primer grado.

¿Cómo entran las drogas?

Los funcionarios de prisiones de todo el país han luchado durante años para bloquear el contrabando de libros y revistas empapados en suboxona, K2 y metanfetaminas.

Aunque existen muchas dudas y versiones acerca de cómo ingresan los narcóticos a las cárceles, generalmente todo apunta a que se cuelan a través del correo y las visitas familiares.

Pero justamente durante los meses de la pandemia, en donde la población penitenciaria incluso no tuvo acceso a las visitas, la presencia de todo tipo de drogas, en este recinto carcelario, no tuvo pausas, de acuerdo con los reportes.

El DOC reveló recientemente que se está moviendo a un sistema digitalizado de entrega de paquetes y correo destinado a frenar el contrabando. 

Los defensores de los reclusos advierten que el cambio pisoteará los derechos de privacidad, y que otros dos estados que realizaron cambios similares, no han visto una disminución en las sobredosis o las incautaciones de drogas.

En la audiencia de supervisión, el comisionado Molina, reiteró al Comité de Justicia Criminal del Concejo Municipal que su departamento pronto comenzará a enviar el correo entrante dirigido a ‘Rikers’ y otros calabozos a una empresa privada que primero escanea las cartas. Y luego envía por correo electrónico el texto a los detenidos.

“Debemos recordar que se trata de una epidemia nacional, no solo de nuestra población carcelaria. Las muertes por sobredosis es un tema de alarma en todo el país”, consideró.

En las afueras del penal se ha protestado por la muerte de decenas de internos que han perdido la vida en la prisión más grande de NY en los últimos meses. (Foto: F. Martínez)

“Tomen el control de Rikers”

Mientras en el Concejo se discutía qué pasaba con el sistema penitenciario, coaliciones que defienden a la población privada de libertad, retomaba en varios frentes sus peticiones: ¡Fin del confinamiento solitario! ¡Cierren ya Rikers! ¡Cambien el sistema que administra las prisiones!

“¿Cuántas personas más tienen que morir bajo la custodia del Departamento de Corrección (DOC) antes de que se haga algo?” dijo DeRay McKesson, fundador de la Campaña Zero, una coalición que hace seguimiento a lo que considera la “crisis humanitaria” del sistema penitenciario neoyorquino.

Esta organización está presionando nuevamente para que un juez nombre a una autoridad federal que se encargue de supervisar y realizar cambios profundos en ese centro penal.

“Mientras todos lamentamos el fallecimiento de Edgardo, terminamos uno de los años más mortíferos en la historia de las cárceles”, dijo McKesson.

Si como aspira la coalición Campaña Zero, el próximo año 2023, un juez federal asigna el control operativo de la cárcel, a un síndico con poderes especiales, podría hacer cambios especiales y ejecuciones presupuestarias, sin que lo atrape la burocracia política. 

Una vez que la cárcel pueda operar “humanamente” la Ciudad de Nueva York, podría recuperar el control de las cárceles, argumentan los defensores.

De acuerdo con un comunicado divulgado por esta organización, como es evidente, “las muertes bajo custodia se están disparando, al igual que la presencia de drogas y otro tipo de contrabando peligroso. Mientras que la Administración de Eric Adams miente sobre los avances en sus logros”. 

Asimismo, la Sociedad de Ayuda Legal (Legal Aids) la organización sin fines de lucro de asistencia legal más grande de la ciudad, había presionado a través de una demanda para que el gobierno federal tomara el control del sistema penitenciario. Pero un juez federal de Manhattan rápidamente negó la solicitud a pesar de reconocer que estaba “profundamente preocupado” por los problemas de seguridad en Rikers.

El Monitor: Violencia sigue alta

Desde el año 2015 un monitor designado por un tribunal supervisa los progresos de las políticas del DOC para mejorar las prácticas correccionales.

Estos informes también brindan información sobre problemas sistémicos de larga data en DOC e incluyen recomendaciones sobre cómo solucionar estos problemas.

En el último informe del pasado mes de octubre, se destacó que “si bien la tasa de uso de la fuerza de 2022 fue aproximadamente un 16% más baja que la tasa promedio de 2021, sigue siendo más alta que las tasas previas a la pandemia y la tasa de 2016”.

Adicionalmente, la tasa de cortes y apuñalamientos en 2022 es aproximadamente un 16% más alta que en 2021. Y más de cinco veces mayor que en 2016. 

También hubo aumentos demostrables en la gravedad de las lesiones en incidentes que involucraron el uso de la fuerza y ​​la violencia interpersonal.

El Monitor señaló que una revisión de las prácticas de seguridad “continuó revelando problemas similares en alcance y magnitud a lo que se ha observado e informado ampliamente durante los últimos siete años”.

Nuevas iniciativas de protección

En medio de la conmoción causada por una nueva muerte en la prisión más grande Nueva York, este martes el Concejo también inició las primeras deliberaciones sobre dos piezas legislativas que darían un marco de protección a la población penal.

En primer término, se dio a conocer el anteproyecto de Ley 589, que obligaría a la Ciudad a presentar reportes más detallados sobre la atención médica en las prisiones y con especial énfasis de las mujeres embarazadas encarceladas. 

La otra iniciativa de ley pone el foco en el establecimiento de equipos de revisión y seguimiento de casos de la población carcelaria, para identificar a las personas bajo custodia, cuyos procesos judiciales podrían resolverse más rápidamente.

El Dato:

19 muertes es la mayor cantidad de fatalidades registradas en el sistema penitenciario de NYC desde 2013, cuando hubo 23 muertes. Pero la población carcelaria era significativamente mayor, con poco menos de 12,000, en comparación con cerca 6,000 reos este año.

Fuente: El Diario