Surge movimiento en Nueva York para crear seguro de desempleo para quienes trabajan por cuenta propia
Luego de haber logrado que se aprobara un Fondo de Trabajadores Excluidos en 2021, durante los días más agobiantes de la pandemia en Nueva York, que benefició básicamente a la mano de obra inmigrante e indocumentada, ahora la misma coalición enciende los motores para que se apruebe un fondo de $500 millones para el Programa Puente de Desempleo, el cual ampliaría el acceso permanente a un seguro de desempleo (UI) a quienes trabajan por cuenta propia.
Si se logra el objetivo de convencer a la gobernadora Kathy Hochul y los líderes de la Asamblea Estatal de aprobar este programa, daría a la fuerza laboral independiente como escritores de medios digitales, peluqueros, jornaleros, vendedores ambulantes o jardineros, un alivio promedio de $1,500 mensuales, si pierden el trabajo.
Este miércoles esta iniciativa que podría cubrir con un seguro de desempleo a 750,000 trabajadores elegibles, incluidos 180.000 independientes, fue lanzada en varias ciudades de Nueva York. En el caso de la Gran Manzana fue promovida desde el Puente de Brooklyn, simbolizando el nuevo nombre de la propuesta que tratará de colarse en el presupuesto estatal de 2023.
“Duele ver a miles de trabajadores que se esfuerzan por décadas y envejecen, sin contar con algún beneficio. Vean ahora mismo, cómo están las esquinas con este frío llena de personas esperando una oportunidad y no la consiguen. Esto sería no sólo beneficioso para miles de trabajadores, sino para la economía”, comentó el jornalero José Peña.
Este programa alcanzaría a cualquier persona que pierda su trabajo y no pueda acceder al seguro de desempleo debido a su situación migratoria.
Los solicitantes deben haber ganado por debajo de la mediana de los ingresos individuales del Estado (actualmente $56,000) y haber trabajado al menos 18 semanas, en los 12 meses anteriores a la pérdida del empleo.
La gran novedad es que en la propuesta, también estarían incluidos los neoyorquinos anteriormente encarcelados, que a menudo se ven obligados a trabajar para el estado por centavos, pero no tienen acceso a la red de seguridad laboral.
Los requisitos de documentación serían casi los mismos de los requeridos para aplicar al Fondo para Trabajadores Excluidos, incluida la correspondencia de los empleadores, los depósitos directos y la autodeclaración, así como las declaraciones W-2,1099 o del impuesto sobre la renta.
Sin excluir a nadie
El presupuesto y la estructura del seguro de desempleo (Unemployment Insurance) que funciona en Nueva York para los trabajadores convencionales, no sería afectado en lo absoluto por esta nueva previsión, que extendería los beneficios administrados por el Departamento de Labor a quienes demuestren que trabajan por cuenta propia.
En este sentido, Andrés García de El Centro del Inmigrante de NY recordó que durante la crisis de salud pública que apareció en abril de 2020 y casi paraliza por completo la economía, los subsidios a los que quedaron desempleados, fueron un gran salvavidas para que todo el sistema no colapsara.
“Ese modelo de seguro de desempleo, surgió en la Gran Depresión de los años 30, con la diferencia que ignoró por completo a los negros y a los inmigrantes. Ahora estamos luchando para que no excluya a nadie”, acotó el activista.
Por ejemplo, se estima que hay 66,000 limpiadores de casas, niñeras y asistentes de atención domiciliaria que no trabajan en agencias en el estado de Nueva York, según el informe del Instituto de Política Fiscal de Domestic Workers Are Essential Workers.
El mismo reporte puntualizó que el 63% de los trabajadores domésticos son inmigrantes. Además se calcula que aproximadamente la mitad de los inmigrantes no son ciudadanos. La otra mitad son indocumentados. Esto implica que se agregan solamente en esta categoría a cerca de 56.000 trabajadores domésticos que requieren una protección.
En el caso específico de los trabajadores de la construcción, muchos trabajan en pequeñas obras de construcción, como es el caso de jornaleros. Por lo menos, 26,000 personas entran en esta categoría.
Hay que apurarse
El lanzamiento de la propuesta Puente de Desempleo deberá ser aprobada por la Asamblea Estatal y firmada por la gobernadora Hochul, antes del venidero 1 de abril, para que pueda entrar en vigencia este mismo 2023.
“Nos dijeron que era prácticamente imposible solicitar un fondo de trabajadores excluidos en plena pandemia y lo logramos. Peleamos por $2,1 billones para distribuirlo en trabajadores que fueron esenciales para nuestra economía. Ahora presentamos este plan permanente para los trabajadores no tradicionales”, indicó la asambleísta Karine Reyes.
Por su parte, la senadora estatal Jessica Ramos, quien representa a Queens, calificó la idea de este sistema de seguro de desempleo como una vía para que miles de familias que no forman parte del engranaje laboral tradicional, tengan algo de paz.
“No sabemos cuando se va a generar la próxima crisis. Nos quedan tres meses de lucha para que la gobernadora lo incluya en el próximo presupuesto. Llamamos a todos los legisladores de Nueva York a que se unan a esta solicitud. Muchos dan la espalda cuando se trata de pensar en beneficios para la clase trabajadora”, reclamó la legisladora colombo-americana.
Después de estar tras las rejas
El programa cubriría a las personas que están reingresando a la fuerza laboral, después de haber estado tras las rejas durante un año o más.
En el estado de Nueva York, hubo un promedio de 21,000 personas por año liberadas de prisiones estatales en los últimos tres años, según un informe del Departamento de Correcciones y Supervisión Comunitaria del Estado de Nueva York.
Este esquema de protección de desempleo, crea una capítulo aparte, para esta población que se les hace imposible reincorporarse a la vida laboral, una vez que están en libertad.
La comerciante Alicia González, vocera del Proyecto de Vendedores Ambulantes también clamó a las autoridades estatales, que no ignoren esta propuesta en la previsión presupuestaria de este año fiscal. Esta inmigrante, tiene varios motivos para pelear en los meses que vienen por esta posibilidad.
“Cuando es invierno, miles de vendedores ven una caída terrible de las ventas y grandes problemas para cubrir su gastos mínimos. Pero además también pienso en la sobrevivencia de miles de personas que salieron de prisión, porque cometieron un error en el pasado y es prácticamente imposible que se incorporen a la sociedad. Nadie les da una oportunidad”.
Para Alicia este sería un paso no solo de justicia laboral, sino una legislación para enterrar siglos de discriminación a quienes por alguna razón no han regularizado su situación migratoria, no han ingresado nunca al sistema laboral formal o simplemente pagaron una sentencia en alguna prisión.
“Sé perfectamente por un familiar muy querido que una vez que sales de una cárcel entras en un proceso terrible en donde es prácticamente imposible retomar el rumbo. Ser tratado con dignidad. Todos merecen una oportunidad”, indicó.
Una investigación publicada por el Instituto Brookings sugiere que el 45 por ciento de las personas liberadas de prisión, no tienen ningún centavo de ingreso, durante el primer año después de la liberación.
La experiencia pandémica
Existen algunos antecedentes de esta solicitud. Durante la ola de desempleo y quiebras comerciales durante la pandemia de la Covid-19, Nueva York estuvo más cerca que en cualquier otro momento de su historia de tener un sistema de seguro de desempleo que sirviera a toda la población.
Como se recordará el gobierno federal en medio de la emergencia amplió el seguro de desempleo para cubrir a ciertos trabajadores autónomos. Por su parte, la gobernación de Nueva York puso en marcha el Fondo de Trabajadores Excluidos, un programa de $2,100 millones que brindó compensación por desempleo a las personas que quedaron excluidas incluso después de la expansión federal. En particular, los inmigrantes sin autorización de trabajo.
Ambas expansiones se consideran una gran ayuda a las familias durante un período difícil, pero también una forma de estabilizar la economía en tiempos de crisis.
Desde este semana y cuando se inician las negociaciones presupuestarias, varias organizaciones y legisladores de Nueva York proponen que el estado se base justamente en estas “lecciones aprendidas” durante esa espantosa crisis.
Antes de que el presidente Franklin Roosevelt aprobara el seguro de desempleo como ley en 1935, estados como Wisconsin abrieron el camino, creando programas estatales que servirían como base de la ley nacional.
Tal es el caso de Colorado en donde se aprobó un programa de UI para trabajadores excluidos permanentes en 2022. Ahora, Nueva York tiene la oportunidad de seguir esta historia, actualizando el sistema de UI para reflejar realidades económicas modernas.
UI salvó a NY
En 2020, cuando la pandemia trajo un desempleo récord, el sistema de UI de Nueva York se convirtió en un salvavidas para casi cinco millones de neoyorquinos.
El Departamento de Trabajo distribuyó más de $105 mil millones, el equivalente a 50 años de beneficios, en los dos años transcurridos desde el comienzo de la crisis de salud pública.
Estos beneficios ayudaron a mantener a flote a los neoyorquinos durante este tiempo sin precedentes.
En detalle: ¿A quién incluiría el Puente de Desempleo?
- 470,000 inmigrantes sin autorización de trabajo: Muchos de estos trabajadores, aproximadamente el 50 por ciento, tienen trabajos en los que el empleador paga un fondo de seguro de desempleo, pero los trabajadores por no tener papeles están excluidos de recibir el beneficio.
- 180,000 trabajadores por cuenta propia: Esto incluye vendedores ambulantes, escritores y fotógrafos, taxistas que realmente trabajan por cuenta propia y no trabajan para una plataforma de aplicaciones, trabajadores de salones de belleza independientes y muchos de los otros trabajadores autónomos en Nueva York.
- 80,000 trabajadores domésticos, paisajistas y trabajadores de la construcción en equipos muy pequeños.
- 20,000 personas que reingresan a la fuerza laboral después de haber sido encarceladas o en detención migratoria.
Fuente: El Diario