Cada 50 familias con niños que vivan en refugios de NYC deberán contar con un profesional de salud mental
Una ley vigente desde esta semana en la Ciudad de Nueva York, obliga a que a mediano plazo, estén disponibles profesionales de salud mental, en cada refugio municipal en donde pernocten familias con niños. Esta legislación pone el pie en el acelerador, a una cadena de acciones para contener una crisis cada vez menos silenciosa, que está en el radar como el más amenazante problema de salud pública en la Gran Manzana.
En paralelo, esta iniciativa avanza cuando la presencia de grupo familiares, con menores de edad, acogidos en ‘shelters’ está rozando picos históricos.
La legislación aprobada por el Concejo Municipal y ratificada con su firma -el martes- por el alcalde Eric Adams, requiere que el Departamento de Servicios para Personas sin Hogar (DHS) mantenga una proporción, de al menos un profesional de salud mental de tiempo completo, por cada 50 familias con niños.
La Ciudad planea que estos servicios especializados estarán disponibles en los 30 refugios familiares más grandes en julio de 2024. La meta es que los programas estén 100% operativos en todo el sistema de ‘shelters’ en julio de 2025.
Actualmente, solamente nueve de los 247 refugios para grupos familiares con niños ofrecen ciertos servicios de salud mental en estos hospedajes.
Los registros oficiales apuntan a que cerca de 71,000 “sin techo” en la Gran Manzana están alojadas en ‘shelters’.
De acuerdo con datos semanalmente compartidos por el Instituto de Pobreza, Niños y Desamparados (ICPH), hasta el pasado 2 de marzo, 13, 456 familias con niños vivían bajo este sistema asistencial administrado por la Alcaldía, de los cuales 22,940 son menores de edad.
Para conectar con esta población vulnerable, en ascenso, los profesionales que serán asignados podrían ser trabajadores sociales clínicos con licencia, enfermeras practicantes psiquiátricas, psiquiatras o psicólogos.
Los servicios de salud mental serán presenciales o virtuales e incluirán servicios de psicoterapia, evaluaciones psiquiátricas para diagnosticar enfermedades mentales, seguimiento de los diagnósticos y planes de tratamiento clínico.
Círculo peligroso
“Quedar sin hogar en sí mismo es traumático. Ya sea que lo desalojen, escape del abuso doméstico, huya a los Estados Unidos y busque asilo, o recurra a un refugio por otra razón. Hay un trauma involucrado, y nosotros como ciudad debemos a estas familias acceso a la atención de salud mental que necesitan “, razono Christine C. Quinn, presidenta de WIN, un proveedor de viviendas de apoyo que opera 14 refugios familiares en la ciudad.
Los legisladores que redactaron esta ley y las organizaciones que la promovieron, argumentan que las “familias con niños podrían caer en el ciclo de la falta de vivienda debido a las necesidades de salud mental no satisfechas, y a su vez las madres sin hogar enfrentan desafíos de salud mental al doble de la tasa de la población general”.
Estos desafíos podrían incluir el trastorno de estrés postraumático, la depresión situacional leve, los trastornos de ansiedad graves y las afecciones psiquiátricas.
“Los servicios de salud mental me salvaron la vida y deben estar disponibles para todos. Estamos corrigiendo una grave falla del sistema”, remarcó el concejal del Bajo Manhattan, Erik Bottcher, uno de los principales patrocinantes de esta iniciativa, quien ha compartido que estuvo en rehabilitación psiquiátrica a los 15 años, tras varios intentos de suicidios.
El factor migrante
Durante el año pasado y atizado por los efectos devastadores de la pandemia de la COVID-19, una serie de organizaciones que siguen de cerca la crisis de los “sin techo” en la ciudad de Nueva York, demostraron que durante el año pasado, 66.7% de las familias con niños fueron evaluados en estas instalaciones por necesidades o emergencias de tipo emocional, que incluyeron condiciones de salud mental y el uso de sustancias.
Sin embargo, como subrayan reportes de la Alianza Nacional de Enfermedades Mentales (NAMI) apenas el 0,4% de las familias pudieron asistir a una cita especializada, de enero a marzo del 2022. Y solo el 2.3% de abril a junio.
La conclusión de NAMI es que una gran proporción de personas que viven en albergues, necesitan un tratamiento que “les salve la vida”, mientras que la respuesta “hasta ahora” ha sido prácticamente nula en proporcionar tratamientos, en el punto más crítico en la línea del tiempo, en que una familia se encuentra sin vivienda.
Pero en esta ecuación en específico, no se encontraba todavía el factor multiplicador de la oleada de familias migrantes, provenientes de Suramérica, que solicitaron un albergue en la ciudad de Nueva York, con más fuerza desde el pasado mes de mayo.
A mediados del pasado mes de diciembre, más de 12,000 familias con niños vivían en refugios de la Ciudad, 4,000 más que al comienzo del 2022.
“Si bien, ciertamente parte del aumento se debe a la afluencia de solicitantes de asilo al sistema de refugios, este año también vio el final de la moratoria de desalojo, un aumento en la inflación y el aumento de los alquileres en toda la ciudad. Estas circunstancias combinadas generan los altos niveles de familias sin hogar que vemos en la Gran Manzana”, consideró un reporte de ICPH.
Más familias en ‘shelters’ de lo normal:
- 9,856 fue el promedio de familias con niños que pernoctaron en refugios administrados por NYC durante el año 2022.
- 13,456 grupos familiares con menores hasta el pasado 2 de marzo.
- 22,940 niños viven en ‘shelters’ actualmente.
- 14,576 vivían hace un año, lo que significa un aumento de más de 7,000 niños en los últimos doce meses. (Fuente: ICPH)
Fuente: El Diario