Recién llegados comienzan a sentir efectos del desconocimiento de leyes en NYC
Hace cuatro meses Carlos Fernández, originario de Caracas, Venezuela, pintó una sonrisa en el rostro, luego de sufrir una larga odisea que finalmente lo trajo a la ciudad donde siempre quiso estar: Nueva York.
El joven de 22 años cuenta que, a pesar del frío intenso que hacía y que nunca había conocido, sintió que empezó con pie derecho. Como ha pasado con más de 40,000 inmigrantes recién llegados a la Gran Manzana desde el año pasado, enviados en autobuses desde estados fronterizos, Carlos recibió apoyo inmediato de la Administración Municipal, con la que se declara enormemente agradecido, pues le dieron albergue gratuito, inmediatamente, comida y ropa, y de paso le ayudaron a tramitar su solicitud de asilo.
Pero con el correr de las semanas, el venezolano asegura sentirse frustrado, pues todavía no ha recibido su permiso de trabajo, y justo cuando logró conseguir una moto para “ganarse la vida” como repartidor de comida, hace casi tres semanas, oficiales del NYPD le decomisaron su vehículo tipo “scooter”, en medio de un operativo en frente del Hotel Row, de Manhattan, en el que está albergado, donde levantaron decenas de motoras.
El venezolano narró cómo uniformados de policía, según dijo, de manera hostil y agresiva, hablando solo en inglés, pidieron que quienes no tenían licencias de conducción ni registros de sus motos, se quitaran del camino, porque sus vehículos serían confiscados.
“Cónchale, esa gente llegaron como locos, gritando: ‘move, move, let’s go, let’s go’. Y esa primera vez se llevaron como 60 motos. Dijeron que se las llevaban porque no tenían placa ni licencia y nosotros nos quedamos como…. es que no sabíamos que teníamos que tener placa. Pensábamos que podíamos usarlas así nomás, porque eran motos scooters. Eso nos dijeron los chinos donde las compramos“, comentó el inquilino temporal del Hotel Row, ubicado entre las calles 44 y 45 con Octava avenida, en Manhattan, quien admitió que el desconocimiento de leyes de la Ciudad, como esas, ya les dio su primer golpe.
“Nosotros no queremos violar leyes, pero creo que si la Ciudad nos está ayudando, es importante que nos informen más y nos eduquen sobre cosas cotidianas de aquí y sobre lo que se puede y no se puede hacer, y no de una vez quitarnos nuestras moticos que son nuestro único sustento por ahora” , dijo el joven. “Además, el otro problema es que para sacarlas tenemos que sacar las licencias y hacer la resgistración y para eso nos piden 6 puntos mostrando documentos de Venezuela que muchos como yo no tenemos. Entonces no sé cómo voy a recuperarla, antes que la lleven a volverla chatarra“.
Su paisano Alan Britón, a quien también el NYPD le decomisó su moto, y quien logró conseguir una bicicleta para poder seguir trabajando, hizo un llamado a la Administración Adams para que les den un “período de gracia” y les asignen sitios de estacionamiento.
“Lo primero que le pido a la policía es que por ahora no se nos lleven las motos, que nos den un tiempito. Lo segundo es que nos ayuden también con el tema del parqueo, porque como no hay sitios para parquear motos por aquí, y en el hotel donde vivimos tampoco nos dejan parquear, que debería ser un derecho, como pasa con cualquier huésped, pues nos toca parquear al frente del hotel en los sitios que dicen que no son para motos sino solo para bicicletas”, asegura el joven. “Si tuviéramos un parqueadero, las motos no las tendríamos aquí en la calle”, dijo el joven, quien no ha podido reclamar su moto porque no cuenta con los papeles necesarios para registrarla y sacar la licencia”.
Britón pidió también a la Ciudad que busque la manera de enfocar toda la ayuda para los nuevos inmigrantes, a través de una sola agencia, pues siente que inmigrantes recién llegados como él, que desconocen las normas y el funcionamiento de las cosas en los cinco condados, se siente perdido.
“Yo intenté que me ayudaran a aclarar dudas en un teléfono que nos dieron de una agencia de Inmigrantes y cuando uno llama dicen que ellos no saben nada de asuntos de motos y que hay que hablar directamente con el hotel y con otro lado, y uno ni entiende bien tanta información. Si hubiera un solo lugar que nos pueda ayudar, sería más efectivo para todos”, agregó el venezolano.
Edinson Ocanto, originario de la ciudad de Barquisimeto, quien asegura haber presentado su caso de asilo hace 8 meses y tampoco ha recibido un permiso de trabajo que cambiaría su panorama, aseguró que tras el decomiso masivo de las motos frente al hotel, aprendió una lección, pero pidió a las autoridades que los ayuden con mayor educación sobre “cómo son las cosas en Nuev York”.
“Yo no tengo moto para trabajar, pero después de ver todo esto ya aprendí que tengo que registrarla con placas antes de poder usarla. Si nos hubieran educado sobre estos temas acá, esto no hubiera pasado. Fuera bueno que vinieran al hotel o ofrecieran clases sobre estas cosas para que todos estemos mejor”, dijo el inmigrante. “No queremos que nos vean como que uno no respeta las leyes, pero si no nos las enseñan van a pasar cosas así”.
Tras las denuncias de los nuevos inmigrantes, el NYPD confirmó el decomiso de un número amplio de motos frente al Hotel Row, y explicó que sus propietarios pueden reclamarlas, sin el pago de multas, en la estación policial más cercana, con la debida documentación, y advirtieron que no pueden parquear sus vehículos en el carril de bicicletas, o se exponen a que sean removidas.
“El sábado 1 de abril de 2023, la policía se llevó y reseñó 26 scooters que estaban estacionadas frente al 713 de la 8 Avenida, después de recibir quejas de la comunidad de que (las motos) scooters estaban bloqueando el carril para bicicletas y las plazas peatonales“, aseguró un portavoz del NYPD. “Los scooters, que eran scooters de motor de gasolina no registrados, fueron reseñados. Para reclamarlas, las personas deben proporcionar un comprobante de venta y un registro válido del scooter. Si no tenían una licencia válida para operar (la moto) scooter, deben proporcionar una forma de transportar el scooter desde las instalaciones policiales, como una grúa, etc.”.
Theodore Moore, vicepresidente de Políticas y Programas de la Coalición de Inmigración de Nueva York (NYIC) aseguró que la Administració Municipal debe educar más a los inmigrantes recién llegados sobre la Ciudad y sus normas, pues lo ocurrido con quienes están en el Hotel Raw, evidencia esa urgente necesidad.
“A medida que más de 50,000 solicitantes de asilo han llegado a la ciudad de Nueva York desde el verano, la gente se ha ido adaptando a una variedad de dificultades para navegar sus nuevas vidas aquí. La confiscación de sus motos scooters a los solicitantes de asilo, en el Row Hotel, destaca la necesidad de una campaña de educación pública de la Ciudad mucho más robusta sobre qué regulaciones se requieren para la propiedad y el almacenamiento de vehículos”, dijo el activista, quien de paso urgió al Gobierno federal a hacer su parte.
“También necesitamos que el gobierno federal intensifique en este momento único para hacer que el acceso a los permisos de trabajo sea un proceso mucho más fácil. USCIS necesita restaurar el procesamiento de 30 días como período de tiempo para las solicitudes iniciales de permiso de trabajo de los solicitantes de asilo, y abordar su acumulación de solicitudes mediante el procesamiento expedito de permisos de trabajo y renovaciones de solicitantes de asilo y libertad condicional humanitaria”, agregó Moore.
La Oficina de la Presidenta del Concejo Municipal, Adrienne Adams, estuvo en el mismo tono, y destacó la necesidad de que la Ciudad intensifique campañas educativas sobre normas de motos usadas en la industria de reparto, de manera especial a recién llegados.
“Las bicicletas eléctricas se han convertido en una vía de trabajo para muchos neoyorquinos inmigrantes, incluidos los recién llegados. Es importante que la Ciudad trabaje para involucrar y educar a los neoyorquinos sobre las reglas relacionadas con las motos eléctricas, especialmente aquellos que probablemente no estén al tanto y puedan carecen de acceso a la información”, dijo un portavoz del órgano legislativo.
Hildalyn Colón, subdirectora de la organización NICE, que vela por la población inmigrante, aseguró que lo ocurrido con las motos muestra que se necesita buscar más herramientas para educar a los nuevos inmigrantes sobre el día a día en la Gran Manzana, e insistió en que con el paso de los meses, las preguntas de quienes llegan, empiezan a cambiar.
“Esta experiencia nos muestra que debemos pensar de manera global el impacto que tiene cuando un inmigrante viene a la ciduad, pues no solo tiene que lidiar con preocupaciones básicas como ¿dónde voy a dormir? ¿dónde voy a comer? y ¿cómo puedo conseguir un abogado? sino que no se pueden dejar de lado partes prácticas de la vida diaria, como el tema de las motoras, que se han convertido en un asunto de trabajo y transporte alternativo para muchos recién llegados”, dijo la activista.
“Tenemos en NICE muchos venezolanos que nos dicen que esas motos eran su alternativa en su propio país y al llegar ellos acá, tenemos que enseñarle a los nuevos inmigrantes cuáles son las reglas, qué puedo comprar y que no, y además la Ciudad y el Estado tienen que ponerse de acuerdo de manera muy clara sobre lo que es permitido y lo que no es permitido, porque hay situaciones donde no todos los estamentos están en la misma página y eso confunde más a los inmigrantes”.
El llamado a promover más campañas y programas educativos para los inmigrantes nuevos que llegan a la Gran Manzana, a fin de que puedan adaptarse más fácilmente y no violen leyes por desconocimiento, se da en momentos en que el secretario de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas, asegurara que el Gobierno Biden espera un “repunte” en la llegada de más imigrantes al país el próximo mes de mayo, cuando venza la implementación del llamado título 42 que limita ingresos de asilo.
La Oficina del Alcalde para Asuntos de Inmigrantes de Nueva York (MOIA) ni la Administración Adams emitieron comentarios sobre los clamores de los inmigrantes recién llegados sobre la necesidad de promover una campaña de educación acerca de normas y regulaciones de la Gran Manzana que facilite su inmersión en la vida neoyorquina, y la posibilidad de tener un espacio donde estacionar sus motos cerca del Hotel Row.
Fuente: El Diario