Patrullero del NYPD que no multó a El Alfa por caos motorizado en el Alto Manhattan podría ser suspendido
Un patrullero uniformado del Departamento de Policía de Nueva York (NYPD) que no multó el lunes al popular reguetonero dominicano Emmanuel Herrera Batista (El Jefe / El Alfa), mientras el intérprete urbano participaba en una caótica carrera de motoras en la avenida Saint Nicholas del Alto Manhattan el lunes y repartía dinero a algunos de sus seguidores.
La policía le confiscó el vehículo que usaba El Alfa para participar en la carrera antes de dejarlo irse de la escena.
Docenas de motoristas volvieron a desplazarse en la referida avenida entre calles 176 y 177, generando altos volúmenes de ruidos y nerviosismo entre los residentes del área.
El policía del cuartel 33 y no identificado, abordó a El Alfa mientras el artista estaba montado en su pasola, le dijo algo y luego se apartó cuando el reguetonero despegó para alejarse del área.
En videos subidos a las redes sociales, se ve al cantante alejándose a pie para luego abordar un vehículo que estaba estacionado cerca de la escena.
El tumulto de los motoristas hizo que el NYPD usara uno de sus helicópteros que sobrevoló la zona en apoyo a los patrulleros en tierra.
El oficial en uniforme que dejó ir a El Alfa estaba acompañado por su pareja de patrulla pero el segundo se quedó atrás y no se acercó al intérprete urbano.
Un ex oficial del NYPD consultado por este reportero explicó que si el policía habló con El Alfa a sabiendas de que se trataba del reguetonero y lo dejó ir, podría ser sancionado con una suspensión de sus superiores e incluso, con otras medidas más drásticas porque la policía está para aplicarles la ley a todos por igual.
Las infracciones de los motoristas conllevan, según las leyes vigentes del estado de Nueva York, multas de hasta $250 dólares y 15 días en la cárcel.
Hasta ahora, El Alfa ni su representante se han pronunciado sobre el incidente.
El NYPD cataloga como ilegales las carreras de motoras y vehículos, uno de ellos de tres ruedas cuyo conductor hacía la retaguardia detrás de la caravana.
Residentes en el área se quejaron de que ningún oficial electo del Alto Manhattan, el congresista Adriano Espaillat del distrito 13, los concejales Carmen de la Rosa y Shaun Abreu de los distritos 10 y 7, el asambleísta del distrito 72, Manny de los Santos y el senador estatal Robert Jackson del distrito 32, todos representando las zonas afectadas por los ruidos, mantengan el silencio y la inercia ante ese caos que es frecuente en avenidas y calles del Alto Manhattan.
La policía se mantiene haciendo redadas para confiscar las motoras y los vehículos que tritura para desaparecerlos sin que los propietarios tengan oportunidad de recuperarlos.
En una de las redadas recientes, se incautó un arma de fuego ilegal a uno de los motoristas y el año pasado un residente en el sector Inwood del Alto Manhattan, recibió una paliza de dos de ellos cuando les reclamó que dejaran el ruido y las piruetas que son parte del exhibicionismo de los conductores a lo que llaman “calibrar”.
También sujetos a bordo de motoras ATV (cuatro ruedas) se suben a las calzadas de las calles generando temor en los residentes.
Una coalición denominada “Respect Inwood Decibels”, mantiene campañas y presión sobre las autoridades para que traten de eliminar el caos.
El alcalde Eric Adams, muy criticado por ser permisivo se jacta de las redadas y se limita a celebrar cuando los vehículos son incautados y triturados.
Vecinos que observaron el paso de las motoras aseguran que los conductores vociferaban palabras vulgares mientras muchos de ellos hacían las piruetas levando en una rueda las motocicletas para llamar la atención.
Se declararon indignados y enojados con los oficiales electos por decir ni hacer nada para solucionar la situación.
“Nuestro rincón del vecindario tiene problemas intensos y pr
olongados con la seguridad pública y la habitabilidad que afectan nuestra salud y bienestar”, dijo la activista Eileen King.
“La forma en que están dispuestas las calles nos convierte en un destino para carreras de resistencia, bandas de motociclistas y conducción peligrosa de todo tipo”, agregó.
“Hay poca o ninguna aplicación de las leyes de tráfico contra la conducción imprudente y la escala del problema trasciende las apariciones periódicas de los carros de policía”, señaló King.
Señaló que los conductores fuera de la ley están envalentonados por la falta de cumplimiento y la situación ahora está cimentada.
King señaló que todas las noches y durante horas y horas desde el viernes por la tarde hasta el lunes a las 4:00 de la madrugada, una parte del vecindario es ocupada por conductores imprudentes de otras partes de la ciudad.
Explicó que el área de la calle 193 y la avenida Saint Nicholas es el comienzo de las carreras de resistencia y las motocicletas y los automóviles suben por Fort George Hill y giran a la izquierda, lo cual es ilegal, en la avenida Fort George y luego en la avenida Ámsterdam, que es cuatro carriles de ancho y bordeando en una zona densamente residencial que está traumatizada por esos autos y motocicletas.
Por Miguel Cruz Tejada