Ante humareda de Canadá en NY psicólogo explica efectos en la salud mental por inhalación de humo como depresión, ansiedad y trastornos de pánico
Montero Tapia que se especializa en salud mental con tratamientos a pacientes en su clínica Alquimedez Mental Health Counselingen PLLC en El Bronx, añadió que el asma y las enfermedades cardíacas son otros de los efectos negativos por aspiración del humo que puede empeorar esas afecciones.
“Los efectos cardiovasculares pueden exacerbarse aún más por la exposición al monóxido de carbono y partículas durante el aumento del esfuerzo físico”, reveló el psicólogo.
“Encontramos que la inhalación de humo conduce a neuro inflamación crónica, mielinización comprometida en el cerebro, comportamiento persistente similar a la ansiedad y exposición al humo, mayores sentimientos de preocupación, miedo y angustia”, indicó.
Señaló que la inhalación de humo causa daño cerebral caracterizado por activación de astrocitos, daño neuronal y mielinizado del axón y hemorragia.
“La inhalación de humo puede tener efectos psicológicos significativos en un individuo, a menudo como resultado de la experiencia traumática de estar expuesto al humo. Estos efectos pueden variar en intensidad y duración dependiendo de la gravedad de la exposición, la resiliencia del individuo y el bienestar psicológico general. Aquí hay algunos efectos psicológicos comunes que pueden ocurrir debido a la inhalación de humo”, explica el especialista.
Dijo que entre las secuelas de los efectos figuran trastorno de estrés postraumático (TEPT), porque sobrevivir a un incendio o estar expuesto a un ambiente lleno de humo puede ser una experiencia traumática, lo que lleva al desarrollo del TEPT.
“Las personas con TEPT pueden experimentar pensamientos intrusivos, pesadillas, flashbacks y ansiedad severa relacionada con el incidente. También pueden evitar situaciones o desencadenantes asociados con el evento, lo que lleva al aislamiento social”, añadió.
El psicólogo sostiene que el miedo y la sensación de peligro experimentados durante un incendio o un incidente de inhalación de humo pueden afectar la salud mental de un individuo.
“Pueden desarrollar ansiedad o trastornos de pánico caracterizados por preocupación excesiva, inquietud, irritabilidad y ataques de pánico recurrentes. Estas condiciones pueden afectar significativamente su funcionamiento diario y calidad de vida”, subrayó.
Añadió que la inhalación de humo también puede contribuir al desarrollo de la depresión. “El individuo puede experimentar tristeza, desesperanza, y pérdida de interés en actividades que antes eran agradables. El trauma y la pérdida asociados con los incidentes de incendio pueden exacerbar estos síntomas depresivos, lo que dificulta hacer frente a la vida cotidiana”.
Hipervigilancia e hiperexcitación son otros efectos de la inhalación de humo que pueden aumentar la vigilancia y la excitación de un individuo.
“Pueden volverse hipervigilantes sobre los peligros potenciales y exhibir una respuesta de sobresalto exagerada. Este estado de alerta elevado puede ser agotador y afectar su capacidad para relajarse o sentirse seguros en su entorno”, explica el especialista.
Refiere que las pesadillas, los flashbacks (recuerdos) y la ansiedad general pueden interrumpir los patrones de sueño de un individuo, lo que lleva a trastornos del sueño o insomnio.
“La falta de sueño de calidad puede contribuir aún más a otros síntomas psicológicos e impactar el bienestar general”, informó.
“Es importante tener en cuenta que los efectos psicológicos de la inhalación de humo pueden variar de persona a persona”, detalló el especialista.
“Algunas personas pueden experimentar síntomas a corto plazo que desaparecen gradualmente con el tiempo, mientras que otras pueden requerir apoyo profesional de salud mental para abordar el impacto duradero”, expuso.
Sugirió que la intervención oportuna, el asesoramiento y el apoyo de los seres queridos pueden desempeñar un papel crucial para ayudar a las personas a sobrellevar y recuperarse de los efectos psicológicos de la inhalación de humo.
Aconsejó el uso de mascarillas para evitar el impacto tóxico de las enfermedades en ambientes creados por los incendios forestales en Canadá y los efectos de sus humaredas.
Por Miguel Cruz Tejada