Concejal dominicana en NYC asegura que ser mujer y joven es un obstáculo en la política americana
La concejal por el distrito 10 del Alto Manhattan, Carmen de la Rosa, aseguró que las mujeres que ocupan espacios en la política estadounidense enfrentan obstáculos como resultado de actitudes y estereotipos de género discriminatorios; restricción del uso de la palabra, o los cuestionamientos a su capacidad para ejercer el cargo.
«Soy mujer y joven, dos cosas que son obstáculo en la política americana. He tenido personas que haciendo campaña en la comunidad, me preguntan: ¿tú no tienes un esposo? Vete a cocinar!, ¿Y tú hija, quién te la está criando, si estás en la calle haciendo política?. Personas que creen que, por ser mujer y joven, no tengo la capacidad para haber llegando a este momento en mi carrera y han planteado esta duda», dice de la Rosa.
En ese sentido, la asambleísta agregó que en Estados Unidos ser latina, inmigrante y parte de la clase trabajadora, implica esforzarse tres veces más que sus propios colegas estadounidenses para tener el mismo trato en la política.
«He estado en cuartos donde las decisiones se hacen, cuartos donde están los trabajadores y he sido invisible y mi voz no se escuchaba», señaló, al ser entrevistada por Lorenny Solano, para el programa de temporada «Dominicanos que hacen historia», que se realiza desde Estados Unidos y se difunde por el canal 27, RNN.
De la Rosa, lleva más de 17 años trabajando para los dominicanos en Washington Heights e Inwood en el Alto Manhattan y parte de Marble Hill en El Bronx y luego de ganar por dos periodos consecutivos las elecciones como asambleísta, se alzó como la primera mujer concejal de ese distrito.
Viendo hacia atrás y sobre lo que la llevó a este nuevo paso en 2021, rememora que su padre murió cuando su madre estaba embarazada, quien luego también falleció por complicaciones con el parto. Con un año y medio de haber nacido, sus padres adoptivos, a quienes describe como «ángeles», pertenecientes al municipio de Castañuelas, provincia Monte Cristi, la llevaron a vivir a EEUU.
Explicó que su padre se desempeñaba como bodeguero, mientras que su madre cuidaba envejecientes.
De ellos, destaca que siempre brindaban una mano amiga a los demás, por lo que le inculcaron el don de servir y ayudar y luego ingresó a la política con miras a mejorar su entorno.
«Como hablaba inglés y español, me convertí en la traductora de mi edificio y cualquier carta que le llegaba a una persona mayor, yo se le leía. Les llenaba los documentos a los vecinos y también comencé a darle tutorías a los niños del edificio, que eran más jóvenes que yo. Desde ahí comenzó mi vocación de seguir ayudando».
Dentro de sus logros trabajando en un país donde uno de cada 8 ciudadano es dominicano, De la Rosa, resalta que abrió las puertas para que miles de estudiantes indocumentados pudieran asistir a la universidad.
Asimismo, explicó que diariamente reciben 50 casos sobre desplazamientos de apartamentos, de viviendas, de educación, de violencia doméstica, de inmigración y muchos otros: Estoy enfocada en resolver los problemas del Distrito 10″.
Fuente: El Caribe