¿Cómo ha sido el regreso a clases en las escuelas públicas de NYC con el influjo de 20,000 estudiantes inmigrantes recién llegados?
Estas primeras dos semanas de clases en la Gran Manzana, de este periodo escolar 2023-2024, en donde se recibieron a 900,000 estudiantes, estuvo marcada por una alta asistencia de alumnos si se compara con los periodos definidos por la crisis de salud pública causada por la COVID-19.
Para los 1,800 planteles del distrito escolar más grande del país se anunciaron esta semana nuevos métodos de enseñanza de lecto – escritura, en un momento particularmente desafiante en la ciudad de Nueva York, marcada por una crisis migratoria, que cada día adquiere nuevas dimensiones.
La Ciudad todavía está tratando de adaptarse y dar respuestas, al hecho casi sorpresivo que una porción mucho más grande de sus “nuevos estudiantes”, no tienen el inglés como primera lengua.
También se suma, a esta ecuación difícil de resolver, el hecho que existe un número sin precedentes de estudiantes que viven en albergues temporales. Hasta ahora, darle la bienvenida y matricularlos, ha sido la asignatura más sencilla, en un ambiente en donde se anuncian recortes presupuestarios para del 5% para las escuelas y focos de rechazo a los recién llegados.
El martes por la noche, residentes de Staten Island’s protestaron contra el traslado de inmigrantes a un nuevo refugio temporal instalado en ese condado, lo que provocó al menos 10 arrestos.
“Nos dejaron solos en esta crisis. La forma en que lo superaremos no es lo que vimos anoche en donde la gente golpea y usa términos despectivos para identificar a las personas, según su origen étnico“, reforzó este miércoles el alcalde Eric Adams en el discurso del ‘Estado de las Escuelas 2023-24’, luego de indicar que se sentía “muy orgulloso” del ecosistema educativo público de la ciudad.
El mandatario municipal destacó que ve con “mucho optimismo”, la forma en que miles de estudiantes que vienen buscando el “sueño americano”, en esta crisis migratoria global, son tratados en las escuelas.
“Los directores me dicen que llegan sin hablar inglés, y a los meses ayudan a sus padres, a navegar en en el complejo sistema de la ciudad. Cuidamos de ellos. Nos preocupamos por su alimentación y todo lo que necesitan“, remarcó.
“Fue sencillo inscribirlos”
En este panorama, la venezolana ‘Daniela’ (como pidió ser identificada para esta entrevista) hace tres meses solicitó albergue en la ciudad de Nueva York, desde entonces ha tenido grandes presiones en su ruta por una vida mejor, para su esposo y sus dos hijos menores. Sin embargo, la inscripción de sus niños en las escuelas, en su caso, fue un proceso muy sencillo. Y la experiencia de los primeros días en el aula, muy satisfactoria.
“A los días que llegué, ya los niños le habían asignado sus escuelas en Manhattan. Mi hijo de 11 años ya empezó el sexto grado y el de cinco ya está en Kinder. Los maestros hablan español y eso es una ventaja. Ellos se han sentido muy bien”, comentó quien vive temporalmente en el Hotel Roosevelt.
Los dos hijos de Daniela, ya forman parte de los 20,000 niños inmigrantes que han ingresado al sistema escolar público de la ciudad de Nueva York, en un momento en que de manera progresiva, en los últimos cinco años, cada vez hay más pupitres vacíos en los planteles: Oficialmente, la inscripción desde educación inicial, primaria y secundaria ha disminuido en 120,000 estudiantes.
“De verdad, el apoyo en las escuelas ha sido formidable. Y que hayan iniciado las clases, es una oportunidad para que yo tenga más tiempo para buscar trabajo, porque ellos están bien cuidados en las escuelas. En nuestro caso, queremos buscar alternativas de horarios con clases que sean hasta más tarde, por lo menos hasta las cinco, para cuando consiga un trabajo”, contó la inmigrante caraqueña.
El hijo mayor de Daniela, ya arrancó en su escuela en el centro de Manhattan. Ya empezó sus primeras clases de inglés y dice que se está adaptando a sus compañeros y su nueva vida: “Los maestros son muy buenos. Ya empecé a aprender las primeras palabras en inglés”.
Varias materias pendientes
La experiencia de esta familia venezolana, de haber logrado la matrícula en una escuela con maestros bilingües, no es extensiva a miles de inmigrantes distribuidos en refugios en los cinco condados. Y tampoco podría describir la generalidad de lo que ha significado el arranque del año escolar 2023-24.
En efecto, miles de niños no asistirán a escuelas con maestros bilingües.
Un informe del año pasado de la Oficina Independiente de Presupuesto, encontró que menos de la mitad de las escuelas, que matricularon a solicitantes de asilo el año pasado, tenían un maestro bilingüe certificado en su personal, lo que refleja una escasez ya analizada de larga data. La verdad es que no hay razones para pensar que ese “número” que haya cambiado mucho este año.
Sin embargo, el canciller de Escuelas, David Banks, ha dicho que adelantan esfuerzos para intensificar la contratación de profesores bilingües y se han hecho adaptaciones particulares en los centros educativos, en donde ya se está claro que asistirán muchos estudiantes recién llegados.
“Estamos buscando este tipo de maestros fuera de Nueva York y Estados Unidos. Esta es una necesidad creciente. La población más grande de estudiantes en el sistema de escuelas públicas de la ciudad de Nueva York son estudiantes latinos. Representan el 41% de nuestros niños”, sostuvo Banks, semanas antes del inicio de este año escolar.
A la fecha, no se confirma cuántos de estos instructores, fueron contratados para este recién iniciado calendario escolar, que está marcado por la posibilidad cercana de recortes presupuestarios.
“Quizás no termine aquí el año escolar“
Hay otras historias. El ecuatoriano José González, de 30 años, inscribió sin problemas a su hija de 7 años en una escuela del centro de Manhattan, apenas llegó a la Gran Manzana, el pasado mes de agosto. Su testimonio podría estar describiendo al alto porcentaje de nuevos estudiantes que no sólo enfrentan las barreras del lenguaje, para despejar más rápidamente en su proceso educativo.
“El problema es que mi hija es muy tímida. Y para ser honesto ella muy poco pudo ir a la escuela en Ecuador, por la pandemia. Aquí ella se siente mal, porque aunque tiene muchos compañeros que hablan español, los maestros casi no lo hablan. Ella me ha dicho que no quiere ir más. Y eso aquí no se puede”, destacó.
El otro tema que tiene que resolver José, es que no cree que esté mucho tiempo en el Hotel Roosevelt en donde fue hospedado, porque tiene planes de irse “cuanto antes” a un pueblo del norte de Nueva York, en donde unos paisanos le ofrecieron un mejor trabajo.
“No tengo idea si en un mes o dos meses, me la reciban en otra escuela en otro pueblo”, se preguntó.
El ausentismo de niños que aún estando inscritos, se “desaparecen” de las aulas, sin ninguna explicación, es uno de los más duros aspectos de la educación pública en la Gran Manzana.
Según cifras publicadas por el Departamento de Educación (DOE) compartidas por la publicación ChalkBeat, el “36% de los estudiantes de las escuelas públicas de la ciudad de Nueva York estuvieron ausentes crónicamente el año escolar pasado, perdiendo al menos el 10% del año escolar”.
Eso representa una mejora modesta en comparación con el año escolar 2021-2022, en el que el ausentismo crónico superó el 40%, la tasa más alta en décadas.
La inestabilidad de los recién llegados
En este sentido, una supervisora dominicana de una escuela pública en El Bronx, quien prefirió reservar su identidad, asegura que en el calendario escolar pasado, su plantel recibió a por lo menos 30 niños inmigrantes recién llegados. Describe que especialmente los más pequeños, a pesar de su terrible situación económica y falta de vivienda, con “un poco de apoyo”, aprenden el idioma y sus lecciones rápido.
“El gran problema es la inestabilidad. Son familias sin una casa, un hogar. Vimos que muchos a mitad de curso se van a otro estado, porque a sus padres les salieron mejores oportunidades. O se les complica todo, porque los cambiaron de refugio. Y muchas veces es en otro condado”, relató.
Otro docente de Puerto Rico, que imparte clases en una escuela primaria en el Alto Manhattan, asegura que aunque esta última semana, hicieron adaptaciones para incluirlo en un aula, en donde se estimaba que iban a recibir a niños latinoamericanos, el primer día de clases, por alguna razón que desconoce, el 100% de los 50 estudiantes que llegaron al aula, solo hablaban inglés.
Mientras, en otros planteles, en donde se matricularon recientemente cientos de estudiantes que solo hablan español o francés, están haciendo todavía ajustes para ubicar instructores bilingües.
“Esto es sorpresivo para todos. Normalmente ya desde julio, se tiene un panorama claro de cómo será la matrícula. Los cambios a última hora, siempre son mínimos. Siguen llegando nuevos estudiantes. Es un escenario complicado que la Ciudad está tratando de entender. Será difícil suplir las necesidades particulares de tantas familias diversas en un sistema escolar, que ya venía por años con una carencia de maestros especializados”, acotó el educador.
Por su parte, el canciller de Educación ratificó que son 20,000 estudiantes los que se integran a las aulas de los cinco condados, que están alojados en viviendas temporales, y se siguen trazando esfuerzos para que se asimilen adecuadamente.
“Hemos hecho un gran trabajo con el Proyecto ‘Open Arms’. Sin embargo, es un desafío financiero para nosotros. Si quieres ver a las escuelas públicas en su máxima expresión. Lo mejor es que vean cómo hemos involucrado y acogido a estos estudiantes”, explicó el funcionario.
Demografía de las escuelas de NYC:
- 72.8% de los estudiantes de las escuelas públicas de NYC tiene dificultades económicas.
- 20.9% tiene alguna discapacidad.
- 14.1% de los alumnos no dominan inglés.
Fuente: El Diario