Impulsan programas de libertad condicional para evitar infractores reincidentes y mantener comunidades seguras
La Ciudad de Nueva York cree en las segundas oportunidades, y movidos por ese principio, el Departamento de Libertad Condicional sigue impulsando programas de apoyo que cada año benefician a unos 40,000 neoyorquinos, principalmente jóvenes y menores infractores, que evitan que permanezcan tras las rejas para purgar sus delitos y los ayudan a cambiar sus vidas, al tiempo que tiene un impacto positivo en la seguridad pública de la Gran Manzana.
Así lo aseguró recientemente la Comisionada del Departamento de Libertad Condicional municipal (DOP), Juanita Holmes, durante una reunión sobre seguridad pública en la Alcaldía de Nueva York, donde defendió la labor que su agencia ha venido adelantando para hacerle frente a problemáticas criminales y ayudar a quienes cometen delitos a encontrar oportunidades de cambio y a no reincidir en sus faltas y seguir bajo el sistema de justicia.
“Nuestra meta es disminuir la reincidencia con la esperanza de mejorar la seguridad pública a través de alternativas en las que trabaja nuestro departamento con 900 miembros, entre ellos 490 oficiales de libertad condicional que manejan cada uno 40 y más personas, con lo que logramos tener a 14,000 personas supervisadas, 500 de ellos juveniles”, aseguró la funcionaria, quien explicó que a través de iniciativas como NeON (Red de Oportunidades Vecinales), un esfuerzo entre organizaciones comunitarias, agencias gubernamentales, empresas locales y residentes de la comunidad se centran en conectar a personas en libertad condicional con oportunidades, recursos y servicios.
“Muchos de nuestros programas son proveídos por los centros NeON en los vecindarios donde viven quienes están bajo libertad condicional… muchos no lo saben pero también repartimos más de 40,000 comidas adicionales al mes”, advirtió Holmes..
“Lo más importante que queremos es quitarlos del sistema criminal. Esa tarea en el principio es vital, poder desvíarlos a libertad condicional (…) darles los recursos que necesitan y conectarlos con programas pues la meta es que cuando se vayan del programa pueda sostenerse en pie por ellos mismos”, agregó la Comisionada del DOP.
A través de programa NeON, las personas en libertad condicional se reúnen con sus funcionarios de libertad condicional en entornos comunitarios, y trabajan juntos en planes individuales, a fin de ayudar a los infractores a tener éxito y hacer que las comunidades sean más fuertes y seguras.
Lisa Frost, subcomisionada de asuntos Juveniles, destacó que desde enero pasado, se han realizado más de 6,500 entrevistas entre menores infractores de entre 12 y menos de 18 años que llegan al sistema cuando son arrestados, y el objetivo de su unidad es hablar con ellos, con sus padres, con las escuelas, tratar de buscar programas de apoyo y tratar de ponerlos en las comunidades de vuelta bajo supervisión y apoyo.
“Si vemos que es apropiado y elegible para desviarlos de los tribunales y ponerlos en la comunidad, lo hacemos, considerando elementos como factores de riesgo, efectos en las víctimas, y promovemos cooperación e intervención, para lo que tenemos inicialmente 90 días y 20 adicionales para proveerles servicios, pero al mismo tiempo hacer que se responsabilicen por sus acciones”, dijo la funcionaria, quien señaló que actualmente hay 1,600 menores bajo libertad condicional y 700 que llegaron ya a la mayoría de edad.
“La meta es buscar que se hagan responsables, sacarlos del sistema de justicia y conectarlos con programas, asegurándonos quetengan servicios, que los hagan regresar a la comunidad”, agregó Frost.
Robert Eusebio, director de Operaciones de Adultos del Departamento de Libertad Condicional, se sumó al mensaje de que los programas de apoyo de libertad supervisada son efectivos y redundan en comunidades más seguras, y destacó que cada día en la Gran Manzana hay entre 12,000 y 13,000 infractores que están tratando de mejorar sus vidas bajo ese enfoque, lo que representan casi el triple de internos que por día hay en la cárcel de Rikers Island.
“Cuando vienen a nuestras puertas unos 30,000 casos bajo supervisión segura en la comunidad con nuestro equipo evitando que regresen al sistema en períodos de libertad condicional de 1 a 10 años, dependiendo del tipo de ofensas, programas como NeOn los ayuda al proveer servicios y conectarlos con recursos. Miramos lo que podemos hacer mejor y lo que estamos haciendo y así todos damos lo mejor para trabajar de manera segura por la ciudad y dar oportunidades a quienes están en privación de la libertad para seguir con sus vidas”, dijo el funcionario latino.
Eusebio destacó que muchos de los beneficiarios de libertad condicional ni siquiera cuentan con detalles básicos como tener una identificación, proceso en el que los ayudan, al igual que en la elaboración de hojas de vida, maneras para conectarse con sus familias de manera saludable, tener conversaciones con la comunidad y no solo buscar trabajos sino prepararse en diferentes carreras.
“La meta es mantener a nuestras comunidades seguras pero también conectar a la gente con el desarrollo de sus comunidades”, dijo el vicealcalde de Seguridad Pública de la ciudad de Nueva York, Philip Banks III. “La libertad condicional cumple un rol vital en el sistema, que termina en comunidades más seguras para todos nosotros mientras se reduce la reincidencia”.
Datos
- 900 empleados trabajan en la Oficina de Libertad Condicional
- 490 oficiales de libertad condicional trabajan con infractores
- 40,000 infractores condenados son procesados bajo libertad condicional cada año
- 6 diferentes lugares en la ciudad atienden los procesos
- 3 centros Neon cuentan incluso con despensas y clósets de ropa
- 13,000 neoyorquinos bajo libertad condicional hay cada día en la ciudad
- 1,600 menores fueron desvIados del sistema carcelario a libertad condicional
Fuente: El Diario