25 de diciembre, Día Nacional del Calentao
Para muchos, cocinar el 25 de diciembre es casi un pecado capital. Consideran que eso debería prohibirse por ley o al menos por un decreto que regule una fiesta que ya forma parte de folklore popular.
“En esa fecha no debe cocinarse, hay que calentar lo que se cocinó el 24 o por lo menos lo que enviaron los vecinos”.
Para el sociólogo y catedrático Juan Miguel Pérez, el pueblo dominicano no ha tenido el suficiente acompañamiento institucional que le permita trascender su producción cultural cotidiana, más allá de sus necesidades de sobrevivencia. De ahí, que el propio pueblo, comenta Pérez, haya tenido que hacerse con sus propios recursos para crear cultura a partir de los elementos accesibles en su cotidianidad.
“Por eso el dominicano, sobre todo el de estratos humildes, hace mucha referencia a la comida, que es una necesidad vital y no siempre se consigue tan fácil, y solemos ver cómo la glorifica, construyendo toda una puesta en escena, dando lugar a la sobredimensión del arroz con huevo, del aguacate, al concón o al propio chicharron”.
Explicó que la inexistencia de políticas públicas que promuevan la cultura culinaria en términos creativos y de prestigio, da lugar a que el pueblo tenga que ingeniársela para hacer de lo poco que tiene un elemento de orgullo y de sublimación.
¿En qué consiste esa celebración?
“El 24 de diciembre es uno de esos pocos momentos del año en que hay abundancia, la gente consigue para comer y guardar. Es lógico que eso de lugar a que el 25 pueda calentar parte de lo que quedó del día anterior, y aprovechar la ocasión para volver a compartir con los suyos”, explica el catedrático uasdiano.
Hay quienes opinan que el calentao sabe hasta mejor que la cena del 24. Aunque muchos nutriólogos recomiendan evitar el recalentado, gran parte de la población dominicana prefiere no hacer caso a un consejo que atenta contra su comodidad y el propio bolsillo.
Fuente: Hoy