Exigen un “auxilio” financiero para 2.2 millones de neoyorquinos que cuidan a sus familiares sin ningún tipo de remuneración
La complicada discusión sobre los grandes desafíos de las familias más pobres y de clase media en Nueva York para asumir el cuidado de los adultos mayores, especialmente cuando requieren no solo compañía, sino cuidados especiales, adquirió un nuevo aire esta semana ante lo que se proyecta será el presupuesto del año fiscal 2025.
A juicio de algunas organizaciones y líderes electos no hay señales, por ahora, que el actual esquema de atención a los ancianos, pueda dar un giro significativo.
En este panorama, un nuevo informe de AARP precisa que las mujeres en el estado de Nueva York tienen “casi el doble de probabilidades que los hombres de cuidar de un ser querido”.
También se revela que las mujeres de 40 años o más, que actualmente prestan cuidados a algún ser querido, tienen más probabilidades que a los 58 años, deberán asumir el cuidado de su madre de 80 años, con una amplia variedad de actividades que van desde hacer las compras, hasta llevar a cabo tareas de enfermería.
El informe ‘Mujeres cuidadoras de 40 años o más en Nueva York’ se deriva de una encuesta realizada durante el pasado otoño.
Estos datos se suman a los argumentos de grupos de defensa de los adultos mayores y los presidentes del comité legislativo estatal sobre el envejecimiento, la senadora Cordell Cleare, y el asambleísta Ron Kim, para exigir a la gobernadora Kathy Hochul y a la Legislatura Estatal que proporcionen más apoyo a los cuidadores familiares, no remunerados, en el presupuesto final del Estado que deberá ser aprobado antes del 1 de abril.
La encuesta entre 1,345 votantes inscritos en Nueva York de 40 años o más, se propuso obtener más información sobre los cuidadores y los servicios que les ayudan a atender a sus seres queridos.
Las conclusiones se centran en las respuestas de las féminas que cuidan de un ser querido o que ya lo han hecho anteriormente.
“Se estima que 2.2 millones de residentes de Nueva York son cuidadores familiares no remunerados. Es desafortunado que la gobernadora decidiera no abordar esta situación cuando dio a conocer su plan para el próximo presupuesto, ya que las mujeres, especialmente las de 40 años o más, asumen la mayor parte de las responsabilidades, cuando se trata de brindar cuidados a sus seres queridos mayores”, reaccionó Kristen McManus, subdirectora estatal de Defensa de Derechos de AARP.
En su discurso sobre el proyecto de presupuesto del año fiscal 2025, la mandataria estatal este martes anunció una inversión de $35,5 mil millones para Medicaid, pero no se hicieron precisiones acerca de cambios en los planes de atención domiciliaria en ningún nivel.
Por más apoyo a los cuidadores
Además, también se observa en las encuestas que las actuales mujeres que cuidan de un ser querido en Nueva York, probablemente estén casadas (62%) y empleadas (58%), mientras que la mayoría (58%) dicen que siempre votan en las elecciones estatales.
“Como presidenta del Comité para el Envejecimiento y como cuidadora familiar de ambos padres en los últimos años, este informe confirma mucho de lo que sabemos de manera intuitiva: cuidar de un ser querido a menudo es un acto familiar de amor y dedicación que tiene impactos dispares en las mujeres”, dijo la senadora Cordell Cleare.
La petición creciente es que el Estado de Nueva York intensifique y apoye a los millones de cuidadores familiares. La vía sería invertir más en los servicios ya disponibles y crear iniciativas que elimine los largos tiempos de espera que implica obtener el visto bueno de un programa.
Entre las recomendaciones que promueve este grupo legislativo y la organización AARP se plantea crear planes de asistencia financiera directa a los cuidadores familiares no remunerados. En promedio, se calcula que estas personas tienen gastos extras de atención a seres queridos, por un monto de $8,000 al año.
Se promueve además que se proporcionen $42 millones para eliminar las agobiantes y extensas listas de espera en la que languidecen adultos mayores de Nueva York, mientras ellos y sus cuidadores, esperan para ser beneficiarios de servicios básicos, por parte de las oficinas estatales para los adultos mayores.
Como comenta, Kristen McManus, portavoz de AARP New York, la encuesta de mujeres que cuidan de un ser querido, ofrece una clara indicación de cómo la población femenina desempeña un papel vital para asegurarse de que sus seres queridos mayores y a menudo enfermos, reciben el cuidado adecuado todos los días.
En esta misma dirección, los defensores de los ancianos y los legisladores, están proponiendo que la Oficina Estatal de Adultos Mayores de NY desarrolle y publique informes detallados de las listas de espera, por condado y los servicios solicitados, para que el gobierno estatal tenga claro cómo se están procesando estos casos.
Fuera de las encuestas
En la gran mayoría de los casos, quienes por alguna razón no tienen un número de seguro social para poder aplicar a alguna asistencia derivada del Medicaid, simplemente deben enfrentar situaciones terribles, y la más común, es tener que renunciar a sus trabajos o tomar horarios extenuantes durante los fines de semana.
Este grupo de mujeres, posiblemente nunca estarán reflejadas en ninguna encuesta, pero posiblemente son quienes más sufren las consecuencias del poco alcance de los programas de atención domiciliaria a ancianos.
Por ejemplo, la colombiana Graciela Meléndez, de 48 años, cuida a su mamá que sufrió una caída el pasado verano, que requirió una complicada operación de cadera. Desde ese momento, todo se detuvo en su vida personal y laboral.
“Mi mami de ser una mujer de 80 años independiente, que hacía hasta sus compras personales aquí en el vecindario, pasó a depender 100% de mi. Es muy difícil que pueda volver a ser la misma. Tuve que rebajar horas de mi trabajo. Estaba iniciando una nueva relación sentimental. Solo estamos mi hija y yo, que me puede ayudar los fines de semana”, contó la inmigrante que reside en Sunnyside, en Queens.
Graciela asegura que aunque ha contado con el “mejor apoyo médico y hospitalario”, las opciones que tiene para tener acceso a los programas, que le podrían dar apoyo económico o un salario por cuidar a su mamá, son mínimos.
“Incluso he escuchado que quienes están legales y aplican perfectamente para programas salariales de cuidado familiar o atención deben esperar meses. Es duro porque para nosotros, nuestros padres nunca serán una carga. Lo hago con amor. Pero luego de seis meses, ya estoy quebrada económicamente, porque no tengo la misma capacidad de producir dinero”, destacó la inmigrante.
Aun para las familias que pueden aplicar al Programa de Asistencia Personal dirigida por la familia (CDPAP) la espera es muy larga.
Con este programa, a través del Medicaid se le paga un salario a un miembro de la familia, que puede ser un pariente cercano, como hijo, hija, sobrino, amigo o vecino de confianza, exceptuando a la pareja, para que se encargue de la atención del paciente en casa.
Los tiempos de respuesta después de todas las entrevistas, evaluaciones y confirmación de diagnóstico suelen ser mínimo de cuatro meses, cuando los grupos familiares tienen mucha suerte.
En este punto, hay dos situaciones que aclarar: Para poder optar a este programa de asistencia domiciliaria familiar, el paciente debe tener un número de Seguro Social, es decir debe tener estatus legal migratorio en el país. Además, su ingreso personal, no puede superar los $1,680 por mes.
La otra apuesta por la atención domiciliaria
Hay otro ángulo de la atención domiciliaria a los ancianos que también ocupa a organizaciones de defensa, en estos días de ajustes presupuestarios. Y es precisamente el pírrico salario que reciben quienes se ocupan profesionalmente de estas labores. La expectativa es que algunas legislaciones puedan motivar a la incorporación de más personas a estas tareas.
Según la propuesta liderada por el senador puertorriqueño, Gustavo Rivera la aprobación de la ‘Ley de Reinversión y Ahorro en Atención Domiciliaria‘, ahorraría aproximadamente $3 mil millones a las arcas estatales. Esto se lograría pagando directamente los servicios de atención domiciliaria, en lugar de girar una tarifa fija mensual por miembro a las empresas que coordinan estos servicios.
El argumento central que sustenta esta propuesta, es excluir a las compañías de seguros privadas del negocio de la atención a largo plazo, cuyos fondos provienen del plan federal Medicaid.
El razonamiento de los redactores de la legislación y la coalición NY Caring Majority (NYCM), es que estos planes administrados por aseguradoras, gastan millones en costos administrativos, mientras que la fuerza laboral de atención domiciliaria, recibe un salario calificado como “miserable”.
“Instamos a la Gobernadora a incluir este anteproyecto en su presupuesto, que liberaría miles de millones, para invertirlos en los salarios de atención domiciliaria”, exigió Ilana Berger, directora de NYCM.
Como argumenta numéricamente esta coalición, Nueva York enfrenta una peligrosa escasez de atención domiciliaria, que solo empeorará a medida que la población envejezca.
Sin embargo, el Estado ha desperdiciado casi $6 mil millones de dólares sólo en los últimos 4 años, pagando a compañías de seguros privadas “para administrar mal la atención domiciliaria de Medicaid”.
Radiografía de las mujeres cuidadoras en NY:
- 66% de las mujeres dicen que son cuidadoras, en comparación con el 34% de los hombres
- 45% de las mujeres tienen un ingreso familiar de menos de $75,000
- 65% de las mujeres que cuidan de un ser querido dicen que trabajaron mientras brindaban cuidados
- 92% dicen que han incurrido en gastos relacionados con el cuidado de su ser querido
- 64% de las mujeres que cuidan de un ser querido no creen que el Gobierno del estado de Nueva York ofrezca suficiente apoyo a los cuidadores familiares no remunerados
Fuente: El Diario