Migración de EEUU detiene en Maryland dominicano buscado en RD por asesinato involuntario perpetrado en 2022
Agentes del Equipo de Operaciones Contra Fugitivos (ERO) de la Policía de Inmigración y Control de Aduanas (ICE), detuvieron en Baltimore (Maryland) un dominicano buscado en la República Dominicana por participar en un asesinato involuntario en septiembre 2022.
En el comunicado, ICE no identifica al fugitivo y solo se limitó a dar su edad, 27 años, tampoco reveló detalles sobre el homicidio en el país caribeño pero junto al comunicado los federales enviaron una foto difusa del momento del arresto del dominicano.
El comunicado dice que el sospechoso estaba traficando drogas en Baltimore donde fue ubicado y arrestado el 23 de mayo 2024 en su casa sin oponer resistencia.
“Este ciudadano dominicano vino a Maryland en un intento de evadir un cargo grave en su país de origen”, dijo el director interino de la Oficina de Campo de ERO en Baltimore, Matthew Elliston.
“Representaba una amenaza significativa para nuestras comunidades de Maryland. ERO Baltimore no permitirá que Maryland se convierta en un refugio seguro para los criminales del mundo”, añadió el funcionario.
ICE dijo que el dominicano no ciudadano de Estados Unidos ingresó ilegalmente a territorio norteamericano en una fecha y lugar desconocidos y no fue inspeccionado, admitido o puesto en libertad condicional por un funcionario de inmigración de Estados Unidos.
Explica que las autoridades dominicanas acusaron al ciudadano dominicano de lesiones que causaron una muerte / homicidio/asesinato el 21 de septiembre de 2022, y posteriormente emitieron una orden de arresto en su contra.
“El Departamento de Policía del Condado de Dade en Miami, Florida, citó al dominicano no ciudadano el 4 de mayo de 2023 por conducir en el lado equivocado de la carretera”, añade la información de ICE.
El 13 de mayo de 2024, ERO Filadelfia notificó a ERO Baltimore que el vehículo del dominicano no ciudadano fue localizado en la escena de una investigación de distribución y tráfico de drogas en Baltimore.
Oficiales de deportación del Equipo de Operaciones de Fugitivos de ERO Baltimore arrestaron al dominicano no ciudadano en su residencia en Baltimore el 23 de mayo y le entregaron un aviso para comparecer ante un juez de inmigración del Departamento de Justicia.
El dominicano no ciudadano permanecerá bajo custodia de ICE a la espera del resultado de su proceso de deportación.
ERO recuerda que lleva a cabo deportaciones de personas sin una base legal para permanecer en los Estados Unidos, incluso por orden de jueces de inmigración con la Oficina Ejecutiva de Revisión de Inmigración (EOIR) del Departamento de Justicia. EOIR es una entidad separada del Departamento de Seguridad Nacional y el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de los Estados Unidos (ICE, por sus siglas en inglés). Los jueces de inmigración en estos tribunales toman decisiones basadas en los méritos de cada caso individual, determinando si un no ciudadano está sujeto a una orden final de deportación o es elegible para ciertas formas de alivio de deportación.
“Como una de las tres direcciones operativas de ICE, ERO es la principal autoridad federal de aplicación de la ley a cargo de la aplicación de la ley de inmigración nacional. La misión de ERO es proteger la patria a través del arresto y la deportación de aquellos que socavan la seguridad de las comunidades de los Estados Unidos y la integridad de las leyes de inmigración de los Estados Unidos, y sus principales áreas de enfoque son las operaciones de aplicación de la ley en el interior, la gestión de las poblaciones detenidas y no detenidas de la agencia, y la repatriación de los no ciudadanos que han recibido órdenes finales de expulsión”, explica ICE.
La fuerza laboral de ERO consta de más de 7,700 miembros del personal de apoyo policial y no policial en 25 oficinas de campo nacionales y 208 ubicaciones en todo Estados Unidos, 30 puestos en el extranjero incluyendo República Dominicana y múltiples asignaciones temporales de viajes de servicio a lo largo de la frontera.
Por Miguel Cruz Tejada