Dos dominicanos asesinados a tiros en El Bronx en ataques separados con nueve horas de diferencia y cuatro cuadras de distancia
Con nueve horas de diferencia y cuatro cuadras de distancia, los dominicanos Juan Lluberes de 35 años y Rafael Vásquez (Quiro) de 32, fueron asesinados a tiros en intersecciones de El Bronx el martes y ayer miércoles.
La policía dijo que Lluberes, quien se preparaba para ir a la barbería antes de viajar a la República Dominicana fue abatido por un encapuchado a bordo de una bicicleta rentada de la empresa Citi Bike, impactándolo con un tiro en el abdomen y otro en la pierna izquierda a las 11:00 de la noche del martes en la avenida Burnside cerca de la avenida Jerome, una zona comercialmente muy activa.
“Se estaba preparando para cortarse el pelo. Fue a cortarse el pelo, estaba a cuatro cuadras de su casa”, dijo el padre de la víctima, Gabriel Lluberes, al tabloide Daily News.
“Se iba de vacaciones para ver a su novia, se suponía que se iba a ir hoy, iba a la República Dominicana. Iba a quedarse allí una semana y disfrutar”, añadió el progenitor.
Los paramédicos llevaron a Lluberes al hospital Saint Barnabas donde murió. Estaba a menos de media milla de su casa cuando fue emboscado.
El padre de la víctima dijo que Juan tenía una hija adolescente y es el mayor de cuatro hermanos que trabajaba en una bodega en el área donde fue asesinado.
“No le encuentro sentido a esto”, dijo el padre angustiado. “No sé si lo atacaron a propósito o si fue al azar. Era un muchacho generoso, tenía un buen corazón”.
La devastada familia estaba ayer miércoles haciendo los arreglos para el funeral de Lluberes.
“Sólo esperamos un arresto en este caso”, dijo el padre.
Según la policía, el tirador llevaba una sudadera con capucha negra y un pasamontañas negro y escapó en una bicicleta Citi Bike. La policía recuperó tres casquillos de balas.
Vásquez fue asesinado con balazos en la cara y la espalda en la calle 180 Este y la avenida Creston a cuatro cuadras de donde mataron a Lluberes y a pocas cuadras de su casa.
“Él no molestaba a nadie, hacía trabajos ocasionales”, dijo la tía desolada. Tenía algunas amigas que se estaban mudando, alquilaron camiones y él las ayudó”, dijo la tía.
Un amigo de Vásquez dijo que éste había sido liberado recientemente después de un arresto pero no dijo por qué fue arrestado ni dónde estaba encarcelado.
“Escuchamos seis disparos, miramos por la ventana y vimos al tipo en el suelo”, dijo un vecino de 37 años que se identificó como Jonathan. “Tenía una capucha blanca y estaba boca abajo”.
Horas más tarde, en la escena del asesinato de Vásquez, se veía un agujero de bala en el parabrisas delantero de una minivan negra estacionada y una Jeepeta Honda CR-V con el parabrisas trasero destrozado.
Vásquez también murió en el hospital Saint Barnabas.
No se han realizado arrestos por ninguno de los asesinatos y la policía dijo que no hay indicios de que los homicidios estén relacionados.
La policía llegó a la escena poco después de las 7:30 de la mañana donde encontraron balas esparcidas en la calle.
Tres autos también fueron alcanzados por los disparos.
No se han realizado arrestos en ninguno de los casos, y los residentes del vecindario Mount Hope dicen que los tiroteos ocurren sin parar.
“Hemos tenido tantos tiroteos aquí en el Bronx y hoy, miércoles, continúan. Todos los días tenemos dos o tres tiroteos”, dijo Sydney Flores, una activista comunitaria en la zona..
Desde el domingo por la noche, ha habido al menos seis tiroteos en El Bronx, con ocho personas alcanzadas por las balas, tres de las cuales murieron, dijo la policía.
“Era un tipo muy tranquilo que no tenía problemas con nadie”, dijo Gabriel Lluberes, el padre de la víctima.
“Era un buen muchacho. Lo mataron a tiros sin sentido, sin sentido. Por ninguna razón. Quién sabe por qué”, agregó el papá.
Dijo que no puede imaginar por qué alguien le quitaría la vida a su hijo.
La policía recuperó un video de vigilancia de un sospechoso en una bicicleta Citi Bike abriendo fuego contra la víctima.
Por Miguel Cruz Tejada