Halloween será celebrado en grande en El Bronx
Miles de neoyorkinos residentes en el condado de El Bronx, entre ellos cientos de dominicanos, celebrarán el Día de Halloween el próximo sábado 26 en Fordham Plaza, ubicada en las avenidas Fordham con la Tercera, una semana antes de la celebración oficial que será el jueves 31.
Será una celebración en grande y gratuita; el evento es el final de verano y dicha plaza será transformada en un país de las maravillas de Halloween para todas las edades.
La actividad, organizada por MASC Hospitality Group en asociación con la oficina del presidente del condado, se iniciará al mediodía hasta las 7:00 de la noche, y se espera la asistencia de unas ocho mil personas.
La celebración incluirá una combinación de entretenimiento, comida en más de 40 puestos, actividades con temática de Halloween para todas las edades, música en vivo
Uno de los momentos más destacados del día será el concurso anual de disfraces, en el que los participantes de todas las edades podrán mostrarlo, espeluznantes, creativos o divertidos. Los ganadores recibirán premios especiales.
Se cree que las costumbres actuales de Halloween han sido influenciadas por las costumbres y creencias populares de los países de habla celta, algunas de las cuales se cree que tienen raíces paganas.
El truco o trato es una celebración tradicional para los niños los cuales van disfrazados de casa en casa, pidiendo golosinas como caramelos o, a veces, dinero, con la pregunta «¿truco o trato?». La palabra «truco» implica una «amenaza» de hacer travesuras a los propietarios o su propiedad si no se les da un regalo.
Los disfraces de Halloween tradicionalmente se modelaban a partir de figuras como vampiros, fantasmas, esqueletos, brujas de aspecto aterrador y demonios.
El desfile anual de Halloween del Village de NYC comenzó en 1974; es el más grande del mundo y el único desfile nocturno importante de Estados Unidos, que atrae a más de 60 mil participantes disfrazados, dos millones de espectadores y una audiencia televisiva mundial.
Por Ramón Mercedes