Vuelo regresó a Nueva York por pasajero molesto por la comida servida: 16 horas de retraso y AA no ayudó a los viajeros

Tener animales en casa puede ser una experiencia enriquecedora, pero no todas las especies están permitidas dentro de la ciudad de Nueva York.
Uno de los casos más particulares y, a la vez, más problemáticos es el de los gallos. Aunque su presencia puede parecer inofensiva para algunos, la ley neoyorquina considera que estos animales no deben estar en áreas residenciales debido a varios factores clave: el ruido, los riesgos sanitarios y la posibilidad de actividades ilegales como las peleas.
El tema ha generado interés recientemente, luego de que varios vecinos reportaran haber escuchado el canto de gallos durante la madrugada en distintos puntos de Manhattan, según informó ABC. Pero más allá del anecdotario urbano, existe un marco legal claro que regula la tenencia de estas aves.
Aquí te explicamos qué dice la ley, cuáles son las sanciones y cómo actuar si te topas con uno de estos animales en tu barrio.
Qué establece el Código de Salud de Nueva York sobre los gallos
El Artículo 161 del Código de Salud de la Ciudad de Nueva York regula la posesión y el manejo de ciertos animales dentro de los límites urbanos. Entre ellos, los gallos ocupan un lugar destacado por los problemas que su presencia puede generar en la convivencia cotidiana.
La normativa prohíbe expresamente tener gallos en propiedades residenciales dentro de la ciudad. Esta medida se fundamenta principalmente en el ruido que generan estas aves, especialmente durante las primeras horas de la mañana, lo que puede convertirse en una molestia persistente para los vecinos.
Además del ruido, el Código considera que los gallos pueden representar un riesgo para la salud pública, ya que podrían ser portadores de enfermedades como la gripe aviar, una afección potencialmente grave que puede transmitirse entre animales y humanos.
¿Por qué están prohibidos los gallos en zonas residenciales de Nueva York?
El motivo principal es el ruido constante que estas aves generan. A diferencia de otras mascotas, los gallos cantan desde temprano y lo hacen de manera repetitiva, lo que puede interferir con el descanso de las personas que viven cerca.
Este problema se agrava en ciudades como Nueva York, donde las viviendas están muy próximas entre sí y cualquier sonido se amplifica. Por ello, su tenencia está prohibida en contextos urbanos y solo se permite en zonas rurales o agrícolas, donde el espacio y el ambiente son más adecuados para su bienestar y el de la comunidad.
La ley busca proteger tanto a los animales como a los residentes, estableciendo un equilibrio entre el derecho a tener mascotas y la necesidad de mantener la paz comunitaria y la salud pública.
Multas por tener gallos: ¿cuánto podrías pagar?
Tener un gallo en casa dentro de la ciudad puede salir muy caro. De acuerdo con las disposiciones del Código de Salud, las multas oscilan entre los $200 y los $2,000 dólares, dependiendo del nivel de reincidencia y del impacto de la infracción.
Además de la sanción económica, los gallos pueden ser confiscados por las autoridades sanitarias. Esto suele suceder cuando se comprueba que su presencia afecta el bienestar del vecindario o se sospecha que se encuentran en condiciones inadecuadas.
¿Cuándo sí se pueden tener gallos en Nueva York?
Aunque la regla general es la prohibición, existen excepciones muy específicas. Los gallos pueden mantenerse en:
* Granjas ubicadas en zonas rurales o periurbanas, donde se cumplan con las condiciones sanitarias exigidas.
* Espacios educativos o de investigación, siempre que cuenten con permisos emitidos por el Departamento de Salud.
* Eventos de exhibición autorizados, que cumplan con estrictas medidas de higiene, bienestar animal y control.
En todos estos casos, los responsables deben contar con licencias y permisos especiales, además de garantizar que el manejo de las aves no ponga en riesgo a la comunidad.
La otra cara del problema: las peleas de gallos
El Código también contempla una sección enfocada en prevenir actividades ilegales, como las peleas de gallos, que están estrictamente prohibidas en todo el estado de Nueva York.
Estas prácticas son consideradas crueles y peligrosas, no solo por el sufrimiento que causan a los animales, sino también por el tipo de redes delictivas que pueden implicar. Quienes sean descubiertos participando, organizando o promoviendo estas actividades enfrentan consecuencias legales severas, que pueden incluir multas elevadas, cargos penales y la inhabilitación para tener animales en el futuro.
¿Qué hacer si escuchas gallos en tu vecindario?
Si escuchas el canto de un gallo en tu vecindario o sabes que alguien los mantiene en su propiedad dentro de la ciudad, puedes presentar una queja formal para que las autoridades tomen cartas en el asunto.
Opciones para denunciar:
* Llamar al 311, la línea oficial de atención ciudadana.
* Presentar una queja en línea a través del sitio web del Departamento de Protección Ambiental (DEP, por sus siglas en inglés).
* Notificar directamente al Departamento de Policía de Nueva York (NYPD, por sus siglas en inglés), especialmente si sospechas que el gallo puede estar involucrado en actividades ilegales.
El Código de Ruido de la Ciudad de Nueva York respalda estas acciones y garantiza que se actúe ante cualquier tipo de infracción relacionada con animales que generen molestias sonoras fuera de lo permitido.
Fuente: El Diario