La gran amenaza que se cierne sobre los neoyorquinos no es otra pandemia…son inundaciones

La historia podría repetirsepero no sería lo peor. Si otra pandemia afectara a la ciudad de Nueva York, su impacto en las comunidades no será uniforme, aprovechando las duras lecciones que dejó la pandemia de COVID-19. Por ello, de forma anticipada, el Departamento de Salud de la Ciudad de Nueva York (DOHMH) creó el Índice de Vulnerabilidad a la Influenza Pandémica (PIVI) analizando la posible exposición, susceptibilidad y acceso al tratamiento de cada condado.

Ya de manera clara, se tiene precisado, que las tres comunidades, en donde en este momento una nueva pandemia sería particularmente más devastadora, sería en El Bronx, específicamente en las localidades de Concourse, Fordham y Bedford Park.

“Los determinantes sociales de la salud en estas comunidades, como los bajos ingresos, la mayor probabilidad de carecer de acceso a la atención médica y vivir en viviendas de mayor densidad, aumentan el riesgo de transmisión de enfermedades virales”, fue la conclusión de la que realiza cada cinco años el DOHMH.

Esta iniciativa permite identificar, evaluar y abordar de forma proactiva las posibles amenazas para los residentes de la Gran Manzana.

La fuerza de la naturaleza

Pero en realidad, la conclusión más relevante de este informe, el cual mapea los riesgos para la salud pública, es que la principal amenaza, para los residentes de la ciudad, no es una nueva pandemia, ni infección viral, sino la furia de la naturaleza que podría presentarse en inundaciones debido al cambio climático.

Desde ya se tiene claro, que las proyecciones de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA) muestran que mareas altas podrían afectar algunas zonas de la costa de Nueva York en esta década, como el Parque Estatal Riverbank, los muelles de Brooklyn y el paseo marítimo de Coney Island.

Las zonas de la ciudad que están identificadas como “realmente más vulnerables” en caso de una gran tormenta costera con vecindarios como Sheepshead Bay en Brooklyn, Rockaway Beach en Queens, East Harlem en Manhattan, Soundview y Throgs Neck en El Bronx.

El orden de los riesgos

En este informe se detalló claramente que en este orden: inundaciones, brotes de enfermedades infecciosas, ciberataques, marejadas ciclónicas costeras y pandemias, lideran la lista de las amenazas más notables en este momento histórico.

Los peligros para la salud pública se definen como eventos que pueden causar enfermedades generalizadas o efectos adversos para la salud, ya sean naturales, como tormentas costeras o calor extremo, o provocados por el hombre, como derrames de materiales peligrosos o ciberataques. 

Con esta información basada en datos y en colaboración con la comunidad y agencias municipales implicadas, ahora se deben afinar esfuerzos de respuesta y construir comunidades más preparadas para enfrentar eventuales amenazas.

Lo más urgente

En este sentido, Zach Iscol, Comisionado de Gestión de Emergencias de la Ciudad de Nueva York, como la agencia que se encarga de hacer frente a desastres, tragedias y crisis valoró como JRA ayuda a comprender mejor los impactos en la salud pública y las estrategias para reducir la presión sobre todos los servicios.

“Este reporte nos ayuda a alinearnos con nuestra misión de prepararnos antes, durante y después de las emergencias”, indicó.

Como se reitera en el cuerpo de la investigación, para esta evaluación concluida en 2024, las inundaciones se identificaron como el riesgo para la salud pública, más urgente para la ciudad de Nueva York. 

“Se prevé que el aumento del nivel del mar y la intensificación de las tormentas debido al cambio climático, aumenten la frecuencia de las inundaciones y representen un riesgo significativo para los neoyorquinos”, concluye el reporte.

El análisis resalta la probabilidad de que se registren eventos de inundación en la ciudad, de acuerdo con los siguientes pronósticos: Existe una probabilidad de que una emergencia ocurra al menos una vez en un periodo de 100 años. Es posible que el evento peligroso ocurra varias veces en un periodo de 100 años, o se podría prever que eventualidad por aumento del nivel del agua, ocurra de manera repetida, incluso anualmente, en un periodo de 100 años.

NYC se prepara

Con un enfoque multiinstitucional, el DOHMH se prepara para todos los peligros que puedan afectar a los neoyorquinos, mediante la planificación ante situaciones de emergencia, la capacitación y el entrenamiento del personal.

A partir de 2020, la ciudad de Nueva York se enfrentó a un desafío que puso a prueba sus límites: una pandemia devastadora que paralizó la ciudad y paralizó prácticamente todos los aspectos de la vida cotidiana. Creó desafíos sin precedentes para el sistema de salud de la ciudad y, en última instancia, cobró la vida de decenas de miles de neoyorquinos.

Precisamente, la última JRA identificó la pandemia como una de las principales amenazas que enfrentaba la ciudad. Los detalles de dicha evaluación ayudaron al DOHMH a evaluar rápidamente qué partes de la respuesta de emergencia a la COVID-19 necesitaban mayores recursos, así como a obtenerlos y desplegarlos.

Desde ya se ha empezado a reforzar la vigilancia de enfermedades para detectar brotes a tiempo y garantizar que los hospitales puedan ampliar la atención durante los eventuales brotes.

En cuanto a los riesgos de ciberataques se duplican las alertas a todas las agencias de la ciudad, con actualizaciones periódicas, para detectar y responder a las amenazas.

Además las autoridades municipales, mediante su herramienta de mapeo interactivo, ofrece más información sobre los riesgos para la salud pública, que representan mayor amenaza para cada vecindario.

Fuente: El Diario